«Tiempo para el Crecimiento», publicado en Infobae el 30/05/25

El Javier Milei expuso su mirada sobre los factores que considera fundamentales para lograr el crecimiento económico argentino.
Estamos en condiciones de afirmar que, salvo que volvamos a abrazar las ideas socialistas, estamos en el sendero en que Haremos a la Argentina Grande (MAGA – Make America Great Again).
Se transcriben textualmente los principales conceptos:
…»La dinámica bajo la que ocurre el proceso por el cual se incrementa el producto per-cápita depende de modo crucial de la acumulación de capital, tanto físico como humano, por cada habitante. A su vez, para que el stock de capital se incremente, ello requiere que la inversión supere a la amortización del mismo, por ende, el marco institucional juega un rol crucial, ya que sin respeto por los derechos de propiedad (lo cual permite apropiarse de los resultados) la inversión no tendría lugar. En paralelo, para financiar dicha inversión es necesario contar con ahorro, el cual puede ser de origen interno (privado y estatal) o de origen externo (déficit de cuenta corriente y que obedece a la diferencia entre ahorro interno e inversión doméstica). Por ende, si el objetivo es crecer, mejorar el nivel de vida y con ello bajar la pobreza, lo primero que debemos entender es que la receta keynesiana (populista) de estimular el consumo vía déficit fiscal, redistribución del ingreso (justicia social) y llevarse por delante el derecho de propiedad tanto de los inversores como de los ahorristas sólo traerá pobreza. También debería quedar claro que pensar una estrategia de crecimiento liderado por las exportaciones tampoco tiene sentido, ya que implica exportar ahorro y por ende menos inversión (a pesar de los llorones del déficit de cuenta corriente, el cual sólo es malo si es fruto del desequilibrio fiscal y no de la decisión privada)».
«A la luz de esto, podemos afirmar que hoy, luego de dejar atrás los fantasmas de lo que podría haber sido la peor crisis de la historia (el doble de desequilibrio monetario previo al Rodrigazo, niveles de pasivos monetarios remunerados respecto de la base monetaria peores a la previa de la hiperinflación de Alfonsín e indicadores sociales -aún sin sincerar las variables- peores que los de 2001), Argentina está en condiciones para volver a crecer».
El Orden Macro y la Motosierra

«En primer lugar, el ajuste fiscal de 15% del PIB, 5 p.p. en el Tesoro Nacional (lo cual implicó una caída del 30% real en el gasto) y 10 p.p. en el BCRA impactan positivamente desde dos perspectivas. Por un lado, cerrar el déficit fiscal implicó dejar de emitir dinero y eso nos asegura que a más tardar para mediados de 2026 la inflación será un problema del pasado. Esto es, terminar con la inflación, la cual afecta de modo negativo a la asignación de recursos, disipa la distorsión de precios relativos (aun cuando es un efecto de una vez para siempre) y ello da sentido a la búsqueda del mejor precio (muchas gracias Ricardito por tus empanadas de sapo)#, donde en el caso contrario, las curvas de demanda se vuelven más inelásticas y ello confiere a los oferentes un mayor poder de fijación de precios con márgenes consecuentemente mayores».
«Por otra parte, el ajuste fiscal implica una devolución de ingresos al sector privado que en parte generará un aumento del ahorro y con ello de la inversión. Es más, la política del déficit cero, asegura una relación deuda/producto no creciente, por lo que ello asegura la solvencia intertemporal, lo cual predice que tarde o temprano el riesgo país colapsara (de hecho, al momento en que ganamos las elecciones era de cerca de 3.000 puntos básicos y hoy está buscando romper los 600), lo cual implica menores niveles de tasas de interés y con ello mayor acumulación de capital. Es más, el mero hecho de alcanzar el equilibrio fiscal en la línea financiera nos permitiría crecer por más de una década al 4% en términos per-cápita. Si a ello le sumamos que dicho equilibrio se alcanzó bajando el gasto público y no sólo que no se subieron los impuestos, sino que se bajaron, ello implica que dicha tasa de crecimiento es un piso».
«Lo más interesante es que frente a lo que todos decían que era imposible en términos cuantitativos y temporales, al tiempo que predecían una gran depresión sin que se pudiera bajar la inflación, la tasa de variación mensual de precios mayoristas se redujo en 50 veces y el nivel de actividad medido por el EMAE (mensual ajustado por estacionalidad) en el mes de diciembre de 2024 terminó 6% por encima del mismo mes de 2023. ‘De este modo, no sólo que hemos convertido a la Curva de Philips en una pieza de museo del terror, sino que en dicho proceso 10 millones de argentinos salieron de la pobreza».
El Capital Humano
…»Desde la campaña electoral señalamos que crearíamos el Ministerio de Capital Humano, ya que el mismo, no sólo ha jugado un rol destacado durante el Siglo XX, sino que fue determinante en el siglo previo vía el impacto en alimentación, la salud e higiene. Por ello, en su concepción original el ministerio citado se ocuparía de un modo integral de: (i) niñez y familia; (ii) salud; (iii) educación; (iv) recapacitación; (v) trabajo y (vi) sistema previsional. De este modo, las dos primeras áreas se ocuparían de la primera generación de capital humano, mientras que las tercera y cuarta lo harían de la segunda generación, de modo tal de pavimentar las bases de un mercado laboral robusto y que en paralelo pudiera sentar las bases del ordenamiento del sistema previsional. En estricto rigor, todos los objetivos hoy están siendo sobrecumplidos, donde la única consideración que vale la pena señalar que los problemas heredados en el sector de Salud eran de tal magnitud que los mismos requirieron que dicho área se convirtiera en Ministerio».
Libertad Económica y Desregulación
«Aquellos países que son más libres crecen el doble que los reprimidos y ello hace que el producto per-cápita de los países libres sea doce veces más altos que el de los países que son reprimidos. No sólo eso, sino que, además, los países libres tienen 25 veces menos de pobres en el formato standard y 50 veces menos en el formato extremo respecto de los países reprimidos, al tiempo que la vida promedio es un 25% más larga. En definitiva, no hay motivos para no abrazar las ideas de la Libertad, salvo que usted tenga algún tipo de obstrucción mental y/o espiritual o viva del saqueo estatal. Por lo tanto, la base moral de nuestra política ha tomado como norte la definición de liberalismo del Profesor Alberto Benegas Lynch (h), la cual sostiene que el liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. Cuyas instituciones son: (i) la propiedad privada; (ii) mercados libres de intervención estatal; (iii) libre competencia (libre entrada y salida); (iv) división del trabajo y (v) cooperación social. De hecho, aun cuando uno no contara en su caja de herramientas con conocimientos de economía, tal como señala Jesús Huerta de Soto en su trabajo sobre la teoría de la eficiencia dinámica (máximo crecimiento), el sólo hecho de diseñar la política respetando los valores éticos y morales de occidente (las ideas de la libertad), serían condición suficiente para lograrlo, ya que nada que sea injusto puede ser eficiente (aunque sangre el óptimo de Pareto), mientras que todo aquel sistema que sea justo es eficiente (donde el único sistema que cumple esto es el capitalismo de libre empresa)».
«Respecto a la desregulación, al igual que con el accionar de capital humano, Argentina es motivo de admiración mundial. La lógica subyacente es simple y estaba contenida en la obra de Adam Smith y en la mejora propuesta Allyn Young»…
«Por ello, es que en nuestra concepción no sólo es importante abrir la economía por ampliar el tamaño del mercado, sino que también hay un rol fundamental para la defensa de las dos vidas, que, si bien es un imperativo moral, la demografía juega un rol determinante en el crecimiento. Si a ello le sumamos las contribuciones de Julián Simon sobre el progreso tecnológico impulsado por la demanda (la mayor población genera un fenómeno de congestión que el sistema de precios empuja a resolver) y el impulsado por la oferta (resulta más probable encontrar un Mozart en una población de un millón de personas que en una de mil), por lo que dado el destrozo que han causado las políticas verdes sobre la natalidad y el nivel de población futura (al límite estúpido de exterminar a la especie humana por cuidar el planeta) debería replantear las políticas en materia demográfica más allá de la atrocidad de estar asesinando seres humanos en evolución en el vientre de la madre».
«Sin embargo, la discusión no se agota en la cuestión demográfica. Desde el punto de vista de la teoría neoclásica, la existencia de rendimientos crecientes es considerado como algo negativo, ya que implica la existencia de estructuras concentradas (en el caso más extremo monopolios). A su vez, dado que ello implicaría un punto no correspondido con un óptimo de Pareto, ello justificaría una intervención estatal para que la empresa se asemeje al caso de una empresa bajo competencia perfecta».
«Consecuentemente, la regulación, en el altar de Pareto, aniquilaría a los rendimientos crecientes y con ello a los monopolios, sin darse cuenta que en el medio exterminaría al crecimiento económico. Por lo tanto, aquí la base de la política de desregulación: desregular libera los rendimientos crecientes, y con ello se liberan las fuerzas del crecimiento económico. De ahí el DNU 70/23, La Ley Bases y las reformas estructurales y desregulaciones que en su conjunto ya es 25 veces mayor a la de Carlos Saúl Menem (la cual había sido, hasta ahora, la más grande de la historia)».
Reflexiones Finales
Si a todo lo mencionado le sumamos el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) y el potencial productivo en sectores como petróleo, gas, minería (uranio, cobre, oro y litio), el campo argentino (por lejos el mejor del mundo), el desarrollo del sector nuclear y la inteligencia artificial, estamos frente a una oportunidad de crecimiento enorme. Esto es, hay sectores que brindan amplias oportunidades, hay menores tasas de interés por caída del riesgo país, hay menos distorsión inflacionaria y una presión impositiva a la baja (por crecimiento y por ampliación de la base imponible ante menores tasas impositivas y regulaciones), por lo que hay fundamentos para apostar por el país. Al mismo tiempo, dada la inserción en el mercado internacional de los sectores en cuestión resulta claro que vamos camino a un peso más apreciado, lo cual no debería ser motivo de preocupación, ya que las divisas que ingresen por dichos sectores se volcarán en el sector no transable de la economía (esto es, servicios), donde no sólo dicho sector es más intensivo en mano de obra, sino que, además la velocidad de creación de dichos puestos de trabajo es mucho más elevada. Por lo tanto, estamos en condiciones de afirmar que, salvo que volvamos a abrazar las ideas socialistas, estamos en el sendero en que Haremos a la Argentina Grande Nuevamente (MAGA – Make America Great Again)».
¡VIVA LA LIBERTAD CARAJO!
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# nota: Ricardo Darín es un actor serio y respetable, nunca fue K y lamentablemente se equivocó con el ejemplo de las empanadas.