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Notas de historia

Pedro Ferré: navegación fluvial, protección económica y la Constitución de 1853

Pedro Juan Ferré nació Corrientes, el 29 de junio de 1788 y falleció en Buenos Aires el 21 de enero de 1867, fue un militar y político argentino, cuatro veces gobernador de su provincia y convencional para la elaboración de la Constitución Argentina de 1853.

Hijo de Juan Ferré Maresa, carpintero español de Cataluña, se educó en Corrientes y por corto tiempo siguió la carrera militar. Ferré aprendió de su padre el oficio de carpintero y se especializó en la construcción y reparación de embarcaciones y botes (canoas), además participó activamente en la navegación fluvial.
Tanto por su experiencia en la actividad naval como por su paso por estudios para militar lo hicieron volcarse tempranamente a la política.

En primer, lugar participó y colaboró con el ejército de Manuel Belgrano en su campaña al Paraguay y ejerció como capitán de milicias urbanas en 1819, cuando estaba terminando el período de dominio sobre el litoral del fundador del federalismo argentino, José Artigas. Bajo el gobierno de Francisco Ramírez fue comandante de la marina de su provincia.

En sus cuatro gobiernos

En 1821 participó en la Convención para la organización de la provincia y, por su desempeño, fue nombrado alcalde en 1822. A los dos años fue elegido Gobernador Intendente y luego reelecto. Fundó la primera imprenta de la provincia e inició la impresión de papel moneda, promovió la educación, la industria naval y, por supuesto, la construcción del puerto local. Asimismo, fundó y delineó pueblos como Caá Catí, San Cosme, San Luis del Palmar, Empedrado, Bella Vista y Mercedes.

Fue un gran admirador de Bernardino Rivadavia pero rechazó la Constitución de 1826. Al año siguiente firmó un compromiso para formar una Convención Nacional en Santa Fe pero tuvo problemas con Manuel Dorrego, gobernador de Buenos Aires. En 1827 fue reelecto, cargo que mantuvo hasta que se firmó la paz con Brasil.

Vencidos los Unitarios, el Gobernador Juan Manuel de Rosas invitó a las provincias del litoral a firmar un Tratado de Alianza y Ferre fue comisionado por su gobierno para participar junto a Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. Hecho que se concretó en la ciudad de Santa Fe y fue nombrado diputado por su provincia y presidente del cuerpo para defender la pronta organización nacional, la reglamentación de la navegación fluvial, la habilitación de otros puertos para comerciar con el exterior, la protección de los productos elaborados en el país, la nacionalización de los ingresos aduaneros, los gastos de guerras y las relaciones exteriores. No hubo acuerdo de estas iniciativas con el delegado de Buenos Aires, aunque el acuerdo se firmó semanas más tarde.

Ley de aduanas de 1836

A pesar de su conflicto con Rosas, la prédica de Ferré y de otros ideólogos federales y proteccionistas de Corrientes tuvo una importancia crucial para la sanción por el mismo Rosas de la Ley de Aduanas de 1836, que determinaba la prohibición de importar algunos productos y el establecimiento de aranceles para otros casos. Estas medidas impulsaron notablemente el mercado interno y la producción del interior del país.
Ferré estaba convencido de que Rosas era un unitario que quería usar a los caudillos federales. En 1830 fue elegido nuevamente gobernador y realizó una política interior similar a la de su primer gobierno, agregando algunas medidas proteccionistas para la industria local.

Limites territoriales y promoción económica

En su segundo Gobierno y en 1832, por ley fijó los límites del territorio provincial, integrando de manera explícita el nuevo territorio a este. Quedaba fuera la zona al norte del río Aguapey, que estaba ocupada por el Paraguay desde la independencia de este. Buenos Aires, sin embargo, intentó hacer valer sus derechos promoviendo la venta de esos terrenos a colonizadores británicos. Aunque tras la negativa decidida de Gaspar Rodríguez de Francia al intento porteño el gobierno central no insistió, los correntinos sí lo harían. En 1832 se inició la ocupación de la zona de la tranquera de Loreto, que paulatinamente y sin encontrar resistencia armada se extendería hasta la ciudad de Candelaria.

Ferré planeaba allí la primera plantación industrial de yerba mate, y ofreció contratos beneficiosos a quienes quisieran iniciar explotaciones en la región, reservando para el gobierno provincial los antiguos huertos de las reducciones jesuítas. Al mismo tiempo, estableció dos puestos aduaneros, uno en la tranquera de Loreto para los que circulasen hacia Itapúa por esa vía, y otro en Puerto Hormiguero.

En 1835 suscribió un tratado de paz con los caciques de los abipones chaqueños, con los que las hostilidades habían sido constantes por las incursiones de ambos bandos en expediciones de saqueo. Ferré obtuvo de los indígenas el abandono de sus territorios en la margen correntina del río Paraná a cambio del reconocimiento de su dominio sobre el Chaco y el establecimiento de un régimen comercial libre. Los abipones, a su vez, garantizaban a Corrientes la suspensión de las incursiones sobre los pueblos costeros, en especial Itatí, el respeto de las expediciones que cruzasen pacíficamente al Chaco, y la colaboración en la instalación de obrajes para la explotación de los ricos recursos forestales de esa margen del río.

Por el tratado se dispuso la abolición del sistema de reducciones, y Ferré distribuyó en propiedad las tierras que éstas ocupaban entre los indígenas que optaron por permanecer en Corrientes. El pueblo de Bella Vista, sobre la base de la reducción de Las Garzas, y el de Caá Catí, los acogieron. La tranquilidad permitió a la provincia comerciar provechosamente sus mercancías por los productos silvestres obtenidos por los nativos.

Al terminar su período de gobierno, se negó a ser reelecto; en su lugar fue elegido Rafael León de Atienza, un sincero aliado de Rosas. Ferré fue ascendido al grado de general, pero permaneció en un segundo plano, dedicado a su trabajo del astillero.

Durante esos años recrudeció el control porteño de los ríos, y se cortó toda comunicación con puertos extranjeros que no fuera a través del puerto de Buenos Aires. Para empeorar las cosas, el Paraguay se había cerrado cada vez más sobre sí mismo, y ya no tenía ningún comercio exterior. Esto llevó al siguiente gobernador, Genaro Berón de Astrada, a un nuevo conflicto con Rosas, en el que Ferré no tuvo parte, ya que se mantuvo en la oposición.

La política de Berón, de directa oposición a Rosas y de alianza con sus enemigos, llevó a la invasión de la provincia por el gobernador entrerriano Pascual Echagüe, que lo derrotó en la batalla de Pago Largo, en que el gobernador correntino resultó muerto. También murieron más de mil soldados.

A principios de 1840, el gobierno uruguayo de Fructuoso Rivera envió a Santiago Derqui como plenipotenciario ante Ferré para intentar de nuevo deponer a Rosas o al menos liberar las provincias litorales de su influencia. Rivera consiguió que se le reconociera el mando supremo de los ejércitos que lucharían contra Rosas, a cambio ayuda militar, que llegaría en el momento oportuno.

Ferré declaró la guerra a Rosas y sus aliados, y nombró a Lavalle jefe de las fuerzas correntinas, unos 3500 hombres en total. Estas invadieron la provincia Entre Ríos en febrero de 1840. Las fuerzas correntinas sólo debían ocupar Entre Ríos, pero después de las batallas de batalla de Don Cristóbal y Sauce, Lavalle cambió de idea y cruzó a la provincia de Buenos Aires. Poco antes de embarcarse, le envió a Corrientes al general Paz.

Exilio

Durante su Exilio se refugió en São Borja, en Brasil, frente a su provincia. Cuando, meses después, los hermanos Juan y Joaquín Madariaga recuperaron la provincia para el partido unitario, permaneció en Brasil. Allí se dedicó a escribir sus Memorias, un documento valioso que llega hasta el año 1845.
En 1848, después de la definitiva derrota de los Madariaga a manos de Urquiza, se estableció en La Paz (Entre Ríos), bajo la protección del mismo Urquiza.

En 1851, después del pronunciamiento de Urquiza, este le encargó organizar el cruce del río Paraná para el ejército con el que habría de enfrentar a Rosas. Construyó las balsas y los botes necesarios, y dirigió personalmente la operación.

Constitución de 1853

A fines de 1852, después de la batalla de Caseros, fue elegido diputado por la provincia de Catamarca al Congreso General Constituyente. Ocupó un lugar híbrido entre los constituyentes; no adhirió a su comprovinciano Pedro Díaz Colodrero y Manuel Leiva, líderes de la facción montonera, que se oponía al proyecto de constitución presentado por Juan Bautista Alberdi, pero tampoco fue partidario de los principios liberales en lo religioso e ideológico que lo alentaban. Abandonó temporalmente las deliberaciones para marchar, junto con el presidente de la convención, el salteño Facundo Zuviría, a negociar la reincorporación de los delegados porteños, que finalmente no se produjo.

Se radicó en Santa Fe, dedicado a la construcción de barcos y un puente sobre el río Salado. En 1854 fue elegido senador simultáneamente por tres provincias: Catamarca, Corrientes y Santa Fe. Aceptó serlo por Catamarca, la única de las tres provincias que nunca conoció. Además fue inspector de aduanas fluviales de la Confederación Argentina, enviado especial de Urquiza ante el gobierno de Corrientes y ante los caciques del Chaco. Le fue reconocido el grado de general.

En sus últimos años, Poco antes de la batalla de Pavón se pasó al partido de Buenos Aires, más por oposición a Derqui y Urquiza que por convicción. Al año siguiente fue nombrado presidente de la Suprema Corte de Justicia de Santa Fe. Poco después asumió como senador por su provincia natal, en la que militaría en el partido liberal. En sus últimos años fue miembro de la asamblea constituyente de su provincia y confeccionó un mapa de la zona litoral, incluyendo al Paraguay y Río Grande (Brasil).

Por razones de salud vivió sus últimos años con su tercera esposa, Bárbara Ygarzábal, en Buenos Aires, sumido en la pobreza. Sus restos estuvieron en el Cementerio de la Recoleta hasta el domingo 18 de octubre de 1964, fecha en la que fueron depositados en el Panteón de los Héroes correntinos en la Iglesia Catedral de la ciudad de Corrientes.

El caso de Ferré es muy especial en la historia argentina: federal convencido, el más destacado impulsor del proteccionismo económico, por oposición a Rosas, y en sus últimos años a Urquiza, terminó aliado de los unitarios y liberales.

Por último, cabe destacar textualmente lo escrito por Dardo Ramírez Braschi:
“Los argentinos, con nuestra incuria habitual, desconocemos que mucho antes de la aparición del libro fundador de la Escuela Histórica Alemana, el Sistema Nacional de Economía Política, de Federico List, en 1841, un doctor en leyes correntino, José Simón García de Cossio, egresado de la Universidad de San Francisco Javier en Charcas, había escrito una obra, Cuestiones Nacionales, firmada por razones políticas por el Gobernador Pedro Ferré, que no tiene nada que envidiar a lo concebido por los intelectuales germánicos. Este texto, cuyas reflexiones fueron continuadas en nuestro país por Mariano Fragueiro, el notable Alejandro Bunge, y contemporáneamente por dos de los mejores economistas argentinos, Aldo Ferrer y Alfredo Eric Calcagno”.

Bibliografía principal

Ferré, Pedro, Memorias. Ed. Coni Hnos., Bs. As., 1921.

Ferré, Pedro, La constitución de la nación bajo el sistema federativo. Ed. Juárez, Bs. As., 1969.

Paz, José María, Memorias póstumas. Ed. Hyspamérica, Bs. As., 1988.

Castello, Antonio Emilio, Historia de Corrientes, Ed. Plus Ultra, Bs. As., 1991.

Castello, Antonio Emilio, Hombres y mujeres de Corrientes, Ed. Moglia, Corrientes, 2004.

Dardo Ramírez Braschi, La provincia de Corrientes y el Pacto Federal de 1831

¿Vivir con lo nuestro?

Prohibir las exportaciones de carne es volver a cometer el mismo error de política económica.

Otra vez y otra vez…!!!

En varias oportunidades de la historia se ha repetido esta estupidez, tanto en materia de cortes de carnes como de trigo para pan, arguyendo que con ello se controla los precios internos y, por ende, la inflación.

En el 2007 se prohibió la exportación de carnes, las cuales solo constituyen un porcentaje menor respecto a la producción total.

Resultado: disminuyó en 12 millones el stock ganadero que todavía hoy, casi 15 años después, no se puede recuperar. Y los precios no bajaron!!!

Lo mismo sucedió con la exportación de trigo cuyo destino era Brasil, antigüo y leal cliente de Argentina.

Resultado: nuestro principal cliente compró trigo subsidiado de Canadá y el área sembrada disminuyó a la mitad. Y los precios no bajaron!!!

Genios actuales con la idea precaria y equivocada de «vivir con lo nuestro», en un mundo globalizado.

Desarrollo de la Infraestructura física e integración territorial (*)

Jesús Leguiza, 30/nov/2010

De la agricultura actual a la agricultura del año 2020

El volumen sustantivo de la producción argentina está dado, todavía, por la producción de cereales y oleaginosos. Esta producción ha crecido en las últimos dos décadas de manera significativa. En el período 1995/2004 casi se duplicó la producción del periodo anterior, por el cambio tecnológico, por la renovación de equipos y maquinarias, por la disminución de costos de algunos cultivos como la soja transgénica aprobada a mediados de la década del ’90 y por mejor tipo de cambio después del 2002, a pesar de las retenciones a las exportaciones.

Campañas por grandes periodos

Superficie cultivada en miles de has Superficie cosechada, en miles de has Rendimiento medido en kg/ha Producción en miles de toneladas
1965/1974 19.362 13.492 1.521 20.525
1975/1984 21.871 17.098 2.009 34.351
1985/1994 20.625 17.146 2.208 37.855
1995/2004 26.968 23.447 2.783 65.265
2005/2010 29.930 28.074 3.019 84.265

Fuente. Agritrend S.A.

Las estimaciones para el fin de la década eran 100 millones de toneladas, no obstante con la disponibilidad de 30 millones de hectáreas, calcular  rendimientos medios de 3.000 kg por ha para estimar una producción de 90.000 millones de toneladas ya no es ninguna osadía.

Razón por la cual, para el año 2020, considerando las tendencias mundiales, los precios sostenidos de los commodities, los consumos crecientes de países, como China e India, es posible que con la capacidad potencial de 40 millones de hectáreas, y rendimientos de 3.000 kg/ha, Argentina pueda lograr una producción mínima de 120 millones de toneladas.

Estado de la Infraestructura rural

El sector agropecuario, pesquero y agroindustrial ha tenido la oportunidad de demostrar nuevamente capacidad de enfrentar las crisis provocadas por los vaivenes de la economía internacional y las intervenciones arbitrarias de los gobiernos. Desde hace más de 70 años tiene, casi en cada década, una crisis y una recuperación. Sin embargo, al iniciarse esta nueva década, al finalizar el año  2010, se debe enfrentar grandes desafíos que no dependen de la capacidad intrínseca de recuperación y crecimiento del sector agropecuario. Se trata de la infraestructura rural, incluyendo los puertos de exportación y sus respectivos accesos, que dependen del accionar del Estado en sus diferentes jurisdicciones: nacional, provincial y municipal.

Un propósito loable es mejorar la cantidad y la calidad de la infraestructura rural, en un sentido amplio, para que permitan generar las condiciones de expansión y diversificación de la producción, mejorar las condiciones ambientales, aumentar la calidad de vida de la población rural, reducir la pobreza y la marginalidad social (seguridad, educación, salud, oportunidades de trabajo).

En este sentido, será de utilidad comentar la situación en cada uno de los campos de interés, en materia de infraestructura rural, a los efectos de entender los problemas y proponer soluciones de política de estado en materia de infraestructura rural.

A manera de marco de referencia es conveniente remarcar que en grandes números que la población rural de 3.853.000 habitantes constituye el 10 % del país (censo 2001) y seguramente no habrá muchos cambios con el censo del año 2010. La población rural está radicada en asentamientos, pueblos o ciudades de menos de 2.000 habitantes. La participación del agro en el PBI es del 6 % y la participación de las exportaciones de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario (MOA) alcanzan el 30 % de las exportaciones totales de la Argentina. La población rural está definida por una convención para las estadísticas. Existen cientos de ciudades con más de 2000 habitantes que son esencialmente rurales, es más son las mayoría de los pueblos y ciudades del país. Yendo más lejos, alguien puede dudar que Rosario es una ciudad esencialmente agroindustrial.

La inversión en infraestructura tiene un rol preponderante para el desarrollo del sector agropecuario y agroindustrial por innumerables argumentos, entre los que se destacan: a) mejora en la organización de los asentamientos; b) brinda mayor de dotación de servicios de agua, recolección de residuos, disposición de elementos tóxicos, energía, educación y salud, que determinan la calidad de vida rural ; c) los caminos y la electrificación rural estimulan la incorporación de tierras al proceso productivo y creación de riqueza con menores costos de transporte; d) igual que mayores áreas irrigadas y/o mejoras de eficiencia en las zonas abastecidas permiten lograr aumentar la producción y el empleo; e) las rutas principales permiten un acercamiento entre el campo y la ciudad, el acceso a los puertos y a los mercados, reduciendo los costos de transacción; e) el control de las inundaciones facilita el uso de recursos limitados, como tierras arables y utilización del agua, dos recursos limitados, en Argentina y en el mundo, como también evitan desastres naturales de frecuencia periódica; y, sin que esto constituya un listado exclueyente, f) las nuevas actividades agrícolas permiten la generación o creación de nuevos empleos y emprendimientos no agropecuarios en las ciudades.

A partir del restablecimiento de la democracia, el Estado ha recuperado su rol de facilitador de la infraestructura rural, tanto de grandes obras o recuperación de infraestructura portuaria como de carga, de almacenamiento de granos y autopistas para el transporte interno con grandes vías terrestres y fluviales. También, a través del restablecimiento de las relaciones con organizaciones multilaterales de crédito como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) como del Banco Interamericano de Desarrollo ((BID) el Estado ha logrado desde mediados de los años ’80, atender las demandas del sector agropecuario en materia de infraestructura y herramientas financieras como la atención a los pequeños productores en situación de pobreza (Programa FIDA-BID-Provincias del NEA en 1985 y en el crédito a largo plazo para medianos productores de todo el país (Programa de Crédito Global Agropecuario BIRF-BID-Banco Nación en 1988. En igual sentido, durante los años 90 se continuó y se profundizó con la política de apoyo a la creación y mejoramiento de la infraestructura rural con financiamiento público externo y complementario del Estado, tanto nacional como provincial, tal el caso del Programa de Modernización de los Servicios Públicos Agropecuarios (PROMSA) en  1992, el Programa de Servicios Agropecuarios Provinciales (PROSAP) en 1995, el Programa de Iniciativas Rurales (PROINDER) en 1997 y el Programa de Emergencia para Zonas Inundadas (PRODERZAI) en 1998.

Capacidad de almacenamiento y transporte de granos

La capacidad de almacenamiento instalada en el país, es actualmente equivalente al 80 % de la producción. Manteniéndose la relación capacidad de almacenamiento y producción, en poco más de 10 años, y para una producción de 120/130 millones de toneladas, se requerirá aumentar dicha capacidad en 40 millones de toneladas. El uso de los silos-bolsa, tal cómo se utilizan actualmente, puede paliar la situación, pero solo constituyen una solución transitoria.

El parque automotor para el transporte es de 360.000 camiones, de los cuales 140.000 son graneleros, con capacidad para 4.200.000 tons. Este medio de transporte tiene una vida útil de 20 años y, en la actualidad el parque de este tipo de vehículos tiene una antigüedad promedio de 19 años. El 83 % del transporte se realiza por camiones, el 15 % por ferrocarril y solo el 2 % por barcazas.

Por otra parte, la Argentina, que  llegó a disponer de una red de trasporte ferroviario de poco más de 40.000 kms de vías, Según Ferrocámara (1997), están concesionadas 28.000 kms. De esta cifra solo 12.800 kms,, menos del 50 %, constituyen  la red troncal vinculada al transporte de granos. Las líneas Sarmiento, Mitre, Roca, San Martín, Urquiza y Belgrano, disponen de 446 locomotores, de las cuales solo 334 están en servicio con un total de 6.000 vagones con menos de la mitad en servicio activo. La distancia media de operación es de 500 kms y la rotación de vagones es de 34 veces.

El Foro de la Cadena Agroindustrial (FCI),  a empresas agropecuarias de insumos, servicios, industrialización, comercialización y transporte, ha solicitado implementación de un plan nacional que permita construir 13.342 kilómetros de autopistas sin peaje directo y la rehabilitación de los ferrocarriles para transportar las 120/130 millones de toneladas de granos que espera producir en 2020.

El sector agropecuario y agroindustrial es el mayor transportador de cargas del país y  responsable del 75% del material trasladado por ferrocarril;  puede ahorrar u$s 491 millones en fletes en 2020., o desarrollar una red de autopistas inteligentes, a riesgo privado, sin afectar el presupuesto público y libres de peajes.

“Hoy, con el impuesto a los combustibles se paga anticipadamente el servicio de carreteras, casi sin ninguna contraprestación.  El  producto de esa recaudación, u$s 4.000 millones, “es suficiente para financiar  2.000 kilómetros de autopistas. En los últimos diez años podrían haberse habilitado 20.000 kilómetros, o sea más que doble del el tramo de autopista  Rosario-Córdoba”.

Existe un‘Programa de Modernización de la Infraestructura del Transporte Terrestre (Promit) plasmado en un proyecto de ley que tiene estado parlamentario en la Cámara de Diputados hasta fines de 2011 y cuenta con el apoyo de ocho bloques.

Lo ferrocarriles transportaban más de 34 millones de toneladas de granos en 1930. En 1992, y antes de las concesiones o eliminación de tramos, estaciones y vías férreas, el transporte a  caído a solo 9,7 millones. Actualmente, ha ascendido a una cifra que varía entre los  20 y 25 millones de toneladas.

Puertos,  accesos y vías navegables

Para lograr el objetivo de recuperar el transporte ferroviario, también es necesario concretar los tres ejes transversales: los corredores Bioceánico Norte Grande (Capricornio), el corredor Central y de la Patagonia para vincular los centros productivos nacionales con puertos argentinos y también de Chile, Bolivia, Paraguay y Brasil.

El l transporte fluvial, interno y regional, es solo una ilusión, aunque realmente constituirá una gran solución para consolidar la capacidad competitiva del país y del complejo aceitero en particular.

La logística portuaria está asociada principalmente a la industria de oleaginosas, tanto para la exportación de materias primas, como de productos industrializados y derivados. La producción conjunto de soja y girasol.

El complejo portuario del sur de la provincia de Santa Fe, conocido también como “Up River”, que con centro en el puerto de Rosario y por más de 65 kilómetros, incluye 17 puertos operados por concesionarios privados, entre Arroyo Seco y Timbúes. Es uno de los grandes centros de operación y exportación de cereales, oleaginosas y aceites a nivel del mundo. Por ese complejo, se embarcan unas 75 millones de toneladas anuales que representan casi el 80% de los granos y derivados exportados, y la mitad de las exportaciones totales del país.  Posibilidades de ampliación de capacidad de carga, en condiciones similares, tiene la provincia de Entre Ríos, con Ibicuy y los restantes puertos Diamante, Concepción del Uruguay, La Paz-y Puerto Márquez.

La vía navegable Santa Fe-Océano Atlántico  es la ruta troncal de navegación que se encuentra concesionada con pago de peaje para el mantenimiento y conservación por dragado de las profundidades y ancho de diseño de los canales que la conforman, así como en el sistema de señalización y balizamiento. Se extiende desde el acceso marítimo del Río de la Plata, en el kilómetro 239, hasta el kilómetro 584 del río Paraná, frente al canal de acceso al puerto de Santa Fe, con un recorrido de casi 1.000 kilómetros de vías navegables. En el kilómetro 37 del Río de la Plata, frente al Canal de acceso al «Puerto de La Plata», la ruta troncal se bifurca por un lado, hacia el Canal de acceso al «Puerto de Buenos Aires» y el «Canal Emilio Mitre» que vincula al río Paraná de Las Palmas, y por el otro hacia el «Canal Martín García» que vincula al río Uruguay y al Paraná Bravo y Guazú. Las rutas por el Paraná de las Palmas y Guazú vuelven a encontrarse en el kilómetro 232 donde se produce la bifurcación del río Paraná.

Las condiciones de la concesión establecen un calado navegable de 32 pies en 100 metros de ancho entre el acceso marítimo y el kilómetro 460 del río Paraná y de 22 pies entre el punto anterior y el kilómetro 584 del río Paraná, fin de la ruta concesionada.

La empresa Hidrovía S.A. es el concesionario de las obras de redragado y señalización por peaje de la vía navegable troncal comprendida entre el kilómetro 584 del Río Paraná, tramo exterior de acceso al Puerto de Santa Fe y las zonas de aguas profundas naturales en el Río de la Plata exterior hasta la altura del kilómetro 205,3 del Canal Punta Indio por el Canal Ingeniero Emilio Mitre

.La Hidrovía Paraguay-Paraná es otro sistema conformado por los ríos Paraná y Paraguay, se encuentra totalmente vincualado al gran proyecto de Hidrovía, que propone desarrollar un complejo de navegación de alrededor de 3.442 kilómetros de longitud, desde Cáceres (Brasil) hasta Nueva Palmira (Uruguay), a lo largo de los ríos antes mencionados. Consiste en realizar el dragado inicial, mantenimiento, estabilización de los canales, excavación de lechos rocosos y realineamiento de canales. Los trabajos complementarios incluyen señalización diurna y nocturna, así como el mejoramiento de las infraestructuras portuarias y viales. Como todo proyecto que implica una fuerte intervención en la naturaleza, ha originado opiniones controvertidas.

En la actualidad, se tiene una profundidad de dragado de 32 pies hasta Puerto General San Martín. Los buques de ultramar entran con carga completa y se van con carga completa. Esto disminuye drásticamente los fletes, que anteriormente entraban con mitad de carga y tenían que completar carga en la zona alfa del Río de la Plata. Se requiere llevar el dragado hasta 26 pies desde Puerto San Martín hasta Santa Fe, y de Santa Fe hacia el norte llevarlo hasta 10 pies, con 2 de revancha hasta Asunción y Puerto Cáceres. De tal manera, se podría transportar  toda la producción del polo sojero que está localizado básicamente en Rio Grande do Sul, Santa Catarina, el sur del Mato Grosso, y del estado de Paraná. También se prevé el ransporte de otros productos, como el arrabio,  que podrían ser trasladados en convoyes de 25 barcazas que cargan aproximadamente 1.500 toneladas cada una, trayéndolo desde allá hasta los puertos de 32 pies que comienzan en Puerto San Martín donde transbordarían a los buques de ultramar. Con esta posibilidad de navegación se lograría una importante reducción en los costos de transporte de la producción de los países involucrados en la Hidrovía que tiene como destino la exportación. Se estima que permitirá a la vía navegable incrementar de 10 millones de toneladas anuales a 30 millones de toneladas merced a la disminución de los fletes y mejoras en las condiciones de navegación.

Los países que comparten este sistema fluvial (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay) promovieron, en una primera etapa, la realización de estudios para determinar la factibilidad económica, técnica y ambiental de los mejoramientos necesarios para garantizar el uso sostenible del recurso hídrico. Estos países crearon el Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH), a través del cual celebraron un convenio tripartito con Naciones Unidas (NU) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la ejecución de los estudios mencionados.

En la actualidad se avanza en los estudios respecto de las obras necesarias para obtener la profundización a 10 pies de la Hidrovía Paraná-Paraguay desde Santa Fe a Corumbá en Brasil y Puerto Quijarro en Bolivia.

La Hidrovía permitirá poner en condiciones de navegabilidad la ruta de salida del 70% de las exportaciones argentinas. El mayor calado dado por el dragado, y la seguridad que otorga el balizamiento, le darán a los barcos más posibilidades de carga y menor tiempo de viaje, lo que deriva en una disminución sustancial del costo de los fletes. Las buenas condiciones del corredor fluvial también acelerarán varios proyectos privados (silos, procesadores de oleaginosas, plantas de fertilizantes y puertos de minerales). La expansión del transporte por barcazas, promete reducir sensiblemente la tarifa de los fletes de todos los productos que bajan desde Brasil, Bolivia, Paraguay y el norte argentino. Favorecerá la integración económica de los cinco países vinculados en el proyecto, reforzando los objetivos comerciales del Mercosur.

El resumen podemos definir que el proyecto Hidrovía Paraguay-Paraná tiene tres objetivos principales: el acondicionamiento de una vía navegable de 3.442 kilómetros de longitud entre Puerto Cáceres (Brasil) y Nueva Palmira (Uruguay); el desarrollo de un sistema portuario que permita a cada país disponer de accesos competitivos al sistema; y la implantación de una flota adaptada a las características de la vía acondicionada.

El objetivo central de una política de transporte fluvial es mejorar la competitividad del todo el complejo agroindustrial de la gran región de la cuenca del plata, en dónde la Argentina, es el epicentro, tanto como tránsito como para el abastecimiento de materias primas para su industria. Solo con la soja, y en el futuro con el arrabio, se justifica todo el esfuerzo que se puede realizar en materia de inversión a largo plazo

Caminos  rurales

En general el estado de la red caminera principal, rutas nacionales y provinciales, es regular, a pesar de las concesiones y autopistas  construídas en los últimos 20 años. La red primaria y secundaria que constituye la telaraña de comunicaciones de la región productora de granos (pampa húmeda, NEA y NOA), abarca 170.000 kms. de caminos, de los cuales solo está pavimentado el 31 %,  el 18 % está mejorado y el 52 % son caminos de tierra.

El entramado caminero de país, está compuesto por tres redes: red primaria (rutas nacionales) red secundaria (rutas y caminos provinciales) y red terciaria (caminos de administración municipal) en su mayoría de tierra. La red vial rural está compuesta por 548.649 kms, una parte minoritaria pertenecen a la red secundaria,  en su mayoría son de tierra.

Del estado nacional existen 38.700 kms de los cuales 30.900 kms. pavimentados. El resto, 548.649 kms constituyen la red secundaria y terciaria, de los cuales la mayor parte son de tierra, como ya se mencionó.

Los caminos rurales, que dependen del mantenimiento de los municipios y que para la construcción y mantenimiento de los mismos existe una contribución especial, denominada  tasa vial, Estos caminos constituyen las arterias principales para la salida de la producción de los campos sembrados y/o poblados de animales.

El objetivo central de una política de caminos rurales es garantizar la transitabilidad permanente y a un costo razonable por km.  Solo reduciendo el aislamiento y el costo de transporte aumentará la competitividad de los productos agropecuarios de todo el país, que no solamente provienen en la “zona nucleo” que es un área muy pequeña en relación a todo el territorio agropecuario nacional. De esta manera, también, se mejorará la calidad de vida y de los servicios para la población rural.

Energía y electrificación rural

La energía eléctrica en el ámbito rural, además de satisfacer las necesidades más elementales de todo hogar campesino, como iluminación, bombeo de agua para uso doméstico, acceso a comunicaciones por radio, también constituye un insumo básico para el trabajo en actividades de la producción: tambos mecánicos, funcionamiento de herramientas de trabajo como taladros, amoladoras, equipos de soldar, provisión de frío para conservación de alimentos, vacunas, movimientos mecánicos para el almacenamiento de granos, luz para criaderos de animales pequeños, bombeo de agua para riego en sus distintas modalidades, además, la electricidad permite aumentar el horario de trabajo.

Tanto los caminos rurales como la electrificación son esenciales para la reducción de la pobreza. Existen diferentes opciones o fuentes de energía. En esta materia no se ha podido cuantificar la extensión de la red de energía. No obstante, es importante mencionar que más del 95 % de la población de Argentina recibe servicios de electricidad proveniente de redes o grandes sistemas de distribución y transporte de energía.

Unas 400.000 viviendas, rurales y urbanas, no disponen de energía, de las cuales rl 80 % son rurales. Los aglomeradodos rurales eran abastecidos por la generación de grupos electrógenos diesel, gas licuado, kerosene, baterías y otros recursos “no convencionales.”

El servicio público de provisión de energía eléctrica ha estado y está a cargo de las provincias, aunque en el sector rural proliferaron más de 600 cooperativas, de las cuales subsisten la mayoría y que, en sus orígenes se encargaban de la inversión, operación y mantenimiento para el abastecimiento de electricidad para sus asociados. También, estas cooperativas,  incorporaron otros servicios como el abastecimiento de agua, comunicación telefónica, alcantarillado, gas, y emergencias médicas.

Estas cooperativas, con las concesiones y privatizaciones han debido incorporarse a las nuevas modalidades del mercado de energía y todavía procuran y/o se concentran más en la atención a las demandas de sus asocios en diversas necesidades que en el propósito de lograr la extensión de las redes de electricidad.

El estado, a través de algunos programas y proyectos, continúa con la tareas de expansión de la redes terciarias, al igual que los caminos,  en la la gran extensión que ocupan las actividades rurales.

Las inversiones  iniciales para la expansión de la red o redes de electrificación rural son muy elevadas, sobre todo para la baja densidad de usuario. Este densidad es una media de 1 usuario por kilómetro. De esta manera el costo de inversión en línes, aunque sean monofásicas, es elevado, alrededor de U$S 6000 el km. Los valores de las líneas trifásicas, necesarias para el uso industrial (bombas de potencia, motores en plantas de sillos, iluminación en criaderos, etc) son mucho más elevados, superan los 12.000 el km. Todo esto considerando la existencia de líneas de alta y media tensión en cercanías.

El objetivo de una política de electrificación rural es facilitar el incremento y la diversificación de la producción y mejorar sustancialmente las condiciones de vida de la población rural. Para ello, hace falta una estrategia integral de ampliación de la red rural en todo el país, la coordinación de políticas y proyectos, ofrecer mecanismos de financiamiento a largo plazo para el usuario final,dado que las redes primarias y secundarias, extrafinca, están en manos del estado en sus diferentes jurisdicciones.

Irrigación

El país tiene regiones húmedas y regiones áridas. Dos tercios del territorio es árido o semiárido. Los sistemas de riego en zonas áridas, en su mayoría, son derivados de obras de generación de energía, aunque algunos sistemas de riego provienen desde antes de la generación hidroeléctrica. Se estima más de 1,5 millones de héctareas con disponibilidad de riego, principalmente por gravedad. En esta superficie parcialmente aprovechada y en la región andina se cultivan principalmente frutas de pepita y carozo, frutillas, viñedos, olivares y hortalizas. El potencial agrícola, sin incluir a la pampa húmeda es de 6 millones de hectáreas. En otras regiones, por ejemplo el  norte se cultiva arroz, caña de azúcar, tabaco y hortalizas.

De las 300.000 explotaciones agropecuarias, 80.000 utilizan agua de rieg, de las cuales 75.000 tiene una superficie inferior a las 25 has, tamaño que surge de los criterios utilizados para la ocupación de tierras o colonizaciones.

El nivel de eficiencia es muy bajo, dado que el mayor uso, como se menciono es riego por gravedad e inundación. Ello ha obligado a sobredimensionar los sistemas y ha provocado problemas de salinización y de drenaje. A partir de mediados de los 90 se iniciaron estudios, proyectos e inversiones para mejorar los sistemas de riego, Mendoza, una provincia que depende del agua es líder en esta materia, tanto el el uso de sistemas de riego como en la modernización de los mismos.

Aunque en los últimos 20 años se avanzó en el uso del riego presurizado bajo diversas modalidades, goteo, micro-aspersión, aspersión lateral, cañón regador, pivot central, riego por pulsos.

En la pampa húmeda el riego, con agua subterránea,  es muy importante para asegurar el ciclo de los cultivos, aunque se deben regularizar y modernizar las normas legales, generalmente conocidas como códigos de agua.

El objetivo de una política integral de riego es mejorar la competitividad de de la agricultura, con el uso eficiente del recursos disponible,  con la incorporación de nuevas tierras al proceso productivo, principalmente para las economías regionales,  el aumento de los rendimientos de los cultivos tradicionales. Una eficaz administración del recurso agua implica mejorar el funcionamiento de las instalaciones y obras de infraestructura existentes en dónde falta de agua en la zona andina y facilitar más obras de infraestructura dónde “sobra” el agua, el litoral..

Control de Inundaciones

El Programa Emergencia y Recuperación Zonas Afectadas por Inundaciones.(PRODERZAI),  Componente Agropecuario. BID 1118/OC-AR, se desarrolló entre los años 1999 y 2008, la entonces SAGPyA y como  Componente Agropecuario de  la Unidad de Coordinación de Préstamos y Proyectos con Financiamiento Externo, del Ministerio de Planificación Federal.

Su creación se debió a las graves situaciones generadas por efectos del fenómeno del Niño hacia 1998 y la impronta del Plan fue la mitigación en la emergencia y la prevención ante similares eventos.

Durante ese período se estudiaron, licitaron y realizaron 42 obras, en 6 Provincias que presentaron proyectos de las 9 adheridas: Santa Fe, Córdoba, Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Corrientes ocupando para ello un presupuesto de crédito –no reintegrable por parte de las Provincias- por mas de U$S 32 millones.

Las obras en cuestión sirvieron para la recuperación de superficies  anegadas y subanegadas, que llegaran en el pico a casi 5 millones las hectáreas afectadas. Existe un documento –foto satelital de mayo de 1998- que forma parte de la primera edición del libro Servir al Agro, que así lo avala, además se esta dando cumplimiento a la cláusula contractual del Plan de Mantenimiento a cargo de las Provincias por 3 años post-obra, se trató de Obras de reposición de canales y azudes de riego, limpieza de cauces de ríos y arroyos, puentes de HA y de madera hasta 50 mts. de luz, alcantarillado de HA, pasarelas metálicas y consolidación de caminos laterales.

El objetivo de una política de control de inundaciones es prevenir las ocurrencia y paliar los efectos; como así también, evitar los riesgos producidos por emergencias sobre todo climáticas y disminuir los costos de intervención una vez sucedidas las anomalías por inclemencias, contingencias o desastres. Ello implica, crear o coordinar los sistemas de información, realizar y ejecutar planes, programas y proyectos de ordanamiento territorial y uso del suelo.

Viviendas rurales y recolección de residuos

Como se mencionó, la población rural es un 10 % de la población total del país y está radicada en poco más de 2.400 pueblos y pequeñas ciudades. Esta agrupación es una convención estadística arbitraria; con mayor amplitud de criterio también se puede reconocer como poblaciones rurales todas aquellas localizaciones de 50.000 habitantes, entonces ello implica más de 12 millones de habitantes dependientes de actividades vinculadas al quehacer rural y la agroindustria. A esta cifra se deben sumar otros 2.600.000 pobladores dispersos en diferentes regiones.

Argentina, cuanta con más de 10.000.000 de viviendas. En el ambiente rural, tanto en áreas dispersas como en poblaciones de hasta 2.000 habitantes existen  975.000  viviendas. 650.000 viviendas se encuentran en el ámbito disperso y 324.000 se encuentran en los pueblos y pequeñas ciudades consideradas oficialmente rurales. La calidad de la viviendas es, en general, aceptable, pero según estudios particulares, es necesario mejorar la calidad de 250.000 viviendas.

La provisión de agua potable alcanza al 57 % de la población, los servicios cloacales solo alcanzan al 1 %, el 37 % dispone de inodoros con descargas a pozos y el 62 % solo letrinas.

Solo el 6 % de los localidades rurales (menos de 2000 habitantes) realizan la disposición final de los residuos domiciliarios con debidos rellenos sanitarios y el 17 % realiza rellenos controlados. El 67 % utilizan vertederos a cielo abierto (basureros municipales), los cuales constituyen un grave problema ambiental y sanitario. Tiene un alto impacto en la trasmisión de enfermedades, contaminan el agua, los suelos y el aire; además de provocar un deterioro en el valor visual y económicos de las tierras linderas.

Educación y salud.

Estos servicios son claves para el asentamiento o permanencia de la población y definen, más que ninguna otra causal, la emigración rural.

El 11 % de los alumnos de la educación básica son rurales, pertenecen a esta categoría de población rural. Ellos ocupan casi el 40 % del total de establecimiento escolares del país que llegan a la cifra de 14.500 establecimientos. En otras áreas urbanas, la ocupación media de cada establecimiento escolar es de 390 alumnos; en cambio, a nivel rural dicha ocupación se reduce a menos de 70 alumnos. Con el agravante de baja capacidad de retención y con un desgranamiento en aumento a medida que se avanza en la escala de grados. La mayoría de las escuelas rurales son de la década de 1960, captan agua de pozo y tiene un deterioro edilicio y de equipamiento muy grave.

En materia de salud, también la base de información surge de las poblaciones urbanas de menos de 2.000 habitantes, las cuales no cuentan con servicios médicos o atención de la salud, mas que para casos de atención ambulatoria. Existen más de 7.000 centros de salud, dispensarios y salas de primeros auxilios, número que se alcanza considerando las poblaciónes de hasta 50.000 habitantes.

En general el objetivo de una política de mejora del hábitat rural, disperso o agrupado (vivienda, eduación, salud) es generar espacio vital con buenas condiciones ambientales, la titulación de tierras,  evitar construcciones en zonas inundables y brindar oportunidades de trabajo a la población para fortalecer el arraigo.

Desarrollo de la infraestructura rural.

En síntesis, los principales problemas de la Argentina en materia de infraestructura rural a esta altura del desarrollo sectorial es la falta de visión y de estrategia global y de largo plazo.. Todo el crecimiento y desarrollo anterior ha sido casi espontáneo y de acuerdo a las necesidades u oportunidades. Una política de infraestructura rural, que debería depender de una especie de consejo federal de infraestructura rural, coordinado por un área de planificación federal, debería responder a los siguientes criterios: a) criterio de sostenibilidad de los servicios; b) criterio de replicabilidad de los modelos locales más eficientes en materia de costos de inversión y operación; c) criterio de pertenencia y compatible con el medio natural y cultural de los habitantes; d) criterio de innovación para hacer frente a la necesidades de manera eficiente en términos de beneficio/costo; e) criterio de polivalencia sobre todo los centros de prestación de servicios (inversiones, oficinas y salones  de usos múltples)

Para ello, y en total acuerdo con estudios previos, principalmente realizados por especialistas contratados y con financiamiento del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), se debe:

1.Fortalecer y modernizar el sector público vinculado a la creación, gestión y regulación de la infraestructura rural.

2.Promover la participación público-privada en la creación y gestión de la infraestructura rural.

3.  Mejorar los sistemas de información relacionados con la problemática de infraestrura rural.

4. Consolidad mecanismos de financiamiento de largo plazo, tanto para el sector público (redes primarias, secundarias y terciarias) como para el privado, inversión intra finca, campo, establecimiento, chacra, etc.

5. Promover la generación de programas y proyectos de desarrollo y ordenamiento territorial que vayan más allá de esta moderna denominación y capaces de general grandes ogras y/o cambios en la eficiencia de todos los sistemas de infraestructura.

Conclusión.

La infraestructura rural en Argentina es estratégica porque permitirá generar nuevas oportunidades productivas y comerciales, a tiempo que disminuirá la pobleza rural. Porque el sector agropecuario (gran parte de “lo rural”) es un gran contribuyente al producto neto nacional, porque es la base del mayor aportante de divisas, porque es la via para lograr un desarrollo armónico y equilibrado a nivel de todo el territorio y, porque el futuro nacional está íntimamente atado, en el buen sentido de la palabra, a la inserción exitosa en el contexto internacional.

(*) Fuentes:

-Fundación Producir Conservando La agricultura Argentina al 2020.

-Gustavo López. ¿Vamos al Grano?, El rol del Estado en el comercio Aagrario argentino.

– Reporte Nro. 39493 BIRF/2007:  Infraestructura Rural en Argentina.

-Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP):. Planes de Desarrollo Agrícola de las provincias de Argentina.

-Jesús Leguiza, Infraestructura Rural. Artículo publicado por  Ambito Financiero 2006.

-Jesús Leguiza. Recursos Naturales, Población y Demanda de Alimentos- Jornadas de Perspectivas Agropecuarias del NEA. Ago/2010 Asociación Argentina de Economía Agraria (AAEA): Agenda del Bicentenario.

-José Damelio. Coordinar del Programa Emergencia y Recuperación Zonas Afectadas por Inundaciones.(PRODERZAI), Componente Agropecuario. BID 1118/OC-AR 1988-2007.

El campo con 200 años de liderazgo

Revista GENOMA – Nro 51

Junio/2010

Jesús Leguiza

¡Doscientos años de la Revolución de Mayo de 1810!. Mucha agua ha pasado bajo el puente y sin embargo somos aún un país adolescente si nos comparamos con otros de Asia o de Europa que llevan miles de años de existencia. Por ser jóvenes estamos llenos de oportunidades, desafíos y contamos con las ventajas que tal condición conlleva. Hace 100 años, en los mismos festejos para el Centenario, la situación de Argentina no era fácil. Hubieron luces y sombras: grandes eventos, celebraciones, inauguraciones por doquier, actos culturales en el mismísimo Teatro Colón, importantes visitas del extranjero y también protestas sociales, represión policial y estado de sitio. El país, sin embargo, se perfilaba como una potencia semejante a los Estados Unidos, pero lamentablemente con malas políticas: distribución de tierras, dilapidación de fondos públicos, confusión entre los roles de los poderes del estado, fraude político, desidia en la justicia, gran decadencia social y un contexto internacional desfavorable.

Antes y después del Centenario, hemos vivido de todo, mejor dicho la Argentina vivió muchas experiencias, buenas y malas, como sucede en la vida de cualquier ser humano. Estas experiencias, que en términos de paso del tiempo se denominan etapas de la historia, por ejemplo, constituyeron los primeros años de la Revolución de Mayo (1810-1820), las Luchas Interiores para lograr la unión nacional (1820-1853), la Organización Institucional (1853-1880), los éxitos de la Generación del ’80 (1880 -1916), el periodo Radical de 1916 a la crisis mundial (1916-1930), la Década Infame (1930-1946), el primer y segundo gobierno de Juan Perón (1946-1955), los interludios Civiles y Militares (1955-1983), la nueva democracia de Raúl Alfonsín (1983-1989), la década de 1990 y el nuevo siglo, ahora.

En ese transcurrir breve pero de intensa historia de 200 años, el agro estuvo presente fue actor, partícipe y sin duda el motor de la economía. De manera que, en este Bicentenario, el mismo merece y tiene su reconocimiento a través de estas líneas porque sigue con la misma actitud y el mismo compromiso. En cada una de estas etapas listadas es necesario rescatar lo bueno, lo que ayudó a que hoy nuevamente se pueda festejar otro centenario. Aplicando los tres filtros o preguntas que hacía Sócrates: “lo que me vas a contar es útil, es bueno, es verdadero. Si es así, entonces hazlo”.

En la primer década, los primeros años de la Revolución (1810 y 1820), cuando ya existía el ganado vacuno cimarrón, se consolida la explotación de las vaquerías y los saladeros, llegan las nuevas ideas económicas liberales trasmitidas por Belgrano y por Mariano Moreno, entre otros y el país buscaba romper con el monopolio español de comercio exterior. Se escribió, en blanco y negro, el primer plan económico de Rivadavia.

Durante las Luchas Interiores (1820-1853) se destaca el primer empréstito de la Baring Brothers, las ideas progresistas de Pedro Ferré, un visionario correntino de la industria y el transporte fluvial, las peleas por la “caja”, que constituían los aranceles aduaneros, las posiciones de federales y unitarios, la gobernación de Juan Manuel de Rosas, la Ley de Enfiteusis, primer antecedente del reparto de tierras públicas que no iban más allá de 100 km de la actual Capital Federal.

En la etapa de la Organización Institucional (1853-1880) continúa el reparto/venta de esas tierras públicas, la llegada del barco francés L’ frigorifique “Charles Tellier” para realizar la primer exportación de carnes frescas, se inicia la instalación de las primeras trochas de los ferrocarriles que constituyeron los primeros medios de comunicación con el interior del país, realmente en el verdadero corazón productivo. Se realizaron los primeros censos de 1864 de habitantes y más tarde el agropecuario para conocer la línea de base, de partida, para saber dónde estábamos parados. No se puede dejar de mencionar, con sus pro y sus contra, la conquista del desierto para la expansión territorial. Es el preludio la diversificación productiva, la economía del azúcar en el todo el norte. En esa región se instaló la estación experimental de Obispo Colombres, precisamente en Tucumán. Lo más importante de todo fue el trabajo de Vélez Sarsfield con la determinación precisa de los derechos de propiedad, tal es así que prohibió expresamente el denominado derecho real de superficie (arts. 2503 y 2614 del Código Civil), usado en Europa y basado en el Derecho Romano. No había dudas, se estaba marcando el rumbo del país hacia un capitalismo incipiente, pero con firmes normas legales para la propiedad privada.

Con la mentada Generación del 80 (1880 -1916) la Argentina se sumerge de lleno al sistema capitalista y a la economía del intercambio internacional, principalmente con Inglaterra. Sarmiento, con sus cartas desde EEUU, promocionaba la agricultura y, a instancias de él, se crea la Dirección de Agricultura del Ministerio del Interior usando como modelo el Departamento de Agricultura de ese país. Con la Presidencia de Roca, en 1898, se crea el Ministerio de Agricultura con Emilio Frers a la cabeza, área de gobierno que ahora nuevamente tiene la misma jerarquía, un homenaje en el Bicentenario. El agro influía hasta en la cultura, se edita el libro del Estanciero de José Hernández, del autor del Martín Fierro, “Mataderos” de Esteban Echeverría y otros tantos. Se promociona, también desde el Estado las inmigraciones masivas, se funda la primer colonia agrícola en Esperanza, Santa Fe y la primer cooperativa judía en Basavilbaso, Entre Ríos, ello para iniciar la ocupación territorial y el trabajo agrícola de los “gringos”. También llegan científicos, como Amado Bonpland, médico de Napoleón, que sistematiza el cultivo de la yerba mate. Se funda la Sociedad Rural Argentina (SRA) y otras sociedades rurales en el interior que hoy aún existen y forman parte de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Por otra parte, surgen las primeras reivindicaciones de los productores agropecuarios no propietarios con el Grito de Alcorta en 1912 debido a los altos costos de los arrendamientos. Seguidamente la fundación de la Federación Agraria Argentina (FAA).

Con los Radicales en el periodo (1916-1930): se inicia la etapa de la verdadera ganadería con la importación de razas europeas, se realiza el primer contrato con Guillermo Blackhouse para la utilización de semillas seleccionadas y de calidad. Y tuvo gran repercusión el pacto Roca-Ruciman con Inglaterra para mantener el principal mercado de exportación de carnes, cuando ésta dio prioridad a sus colonias del Commonwealth.

Durante el extenso lapso de la Década Infame (1930 -1946) se destaca el predominio de la pampa húmeda con la expansión de la agricultura, trigo y maíz, se instalan los primeros elevadores de granos en los pocos puertos existentes. Uno de los temas centrales del Ministerio de Agricultura fue la lucha contra la langosta y la aftosa, en este caso con la creación del Servicio de Luchas Sanitarias (SELSA), antecedente del SENASA de hoy porque EEUU ha impuesto una importante barrera sanitaria-comercial por el plan de vacunación de Méjico. A partir de 1935 y, como respuesta a la crisis mundial del año ‘30, se crea el Banco Central de la República Argentina (BCRA), la Junta Nacional de Granos (JNG) y la Junta Nacional de Carnes (JNC), como también la Junta Nacional del Algodón (JNA) qoe constituyen los primeros pasos de la intervención del Estado en la economía y las finanzas.

En las primeras épocas del Peronismo (1946 -1955) surge, como política agrícola, el primer plan quinquenal; el Instituto Nacional de Granos y Elevadores. Las obras de infraestructura, conductos de agua, asociados a usinas hidráulicas de generación eléctrica, pequeños diques en la zona andina para áreas para riego y como consecuencia indirecta, nace otra la expansión agrícola y frutícola extrapampeana. Con el Instituto de Promoción del Intercambio (IAPI), la nacionalización de la banca y el comercio exterior el Estado inició una etapa de economía keynesiana e intervencionista. El tractor Pampa y el Rastrojero son símbolos que duraron hasta los años ’70, fueron respuestas peronistas a la necesidad de marcar soberanía nacional y la independencia económica, ahora ya de EEUU. Surgen los primeros antecedentes para una ley de semillas, se dicta el Estatuto del Peón Rural como protección a la clase trabajadora del campo. En complemento o contraparte nacen más gremios empresarios de CRA. A nivel internacional nace el Acuerdo General de Tarifas y Comercio (GATT), antecedente de la actual Organización Mundial del Comercio (OMC) y sus múltiples Rondas en pos de la libertad de comercio. En la Ronda Uruguay la Argentina tuvo un papel preponderante y fue uno de los países líderes

En la interfase de gobiernos Civiles y Militares (1955-1983) no existen cambios sustanciales profundos, salvo las ideas de Frondizi y Frigerio, pero tuvieron que ver más con otros sectores de la economía como la exploración y explotación del petróleo, aunque fue la base para la industria petroquímica actual y abastecedora del sector agropecuario. Se inicia la sustitución del uso del ferrocarril con rutas paralelas para el transporte interno y el uso del masivo del camión para el traslado de carga general y de granos en particular. En 1956 se crea el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y en 1973 irrumpe la soja en la pampa húmeda, que el Ministro Le Bretón encargó de experimentar el cultivo a partir de 1925, así como la promoción del algodón en la región del chaco, debido a una plaga llamada picudo del algodón que hizo estragos en el sur de EEUU. Recién a partir de la década de 1960, el mismo Estado, promoverá el cultivo de soja en varias provincias del país, Tucumán, Córdoba, norte de Santa Fe, noreste de Corrientes. En 1977 se modifica el régimen del sistema financiero y los créditos, en general, pasaron a ser indexados. Esto generó en alto endeudamiento para toda la economía, todos los sectores productivos y todas las regiones de país, situación que entra en crisis posteriormente.

Con el advenimiento de la nueva democracia (1983-1989), el agro debe enfrentar ese sistema de créditos indexados, los denominados créditos a valor producto que surgieron como consecuencia de los largos períodos inflacionarios y que continuaron con los denominados índices Aguado elaborados por el BCRA hasta casi fines de la década. El agro, sin embargo y, sobre todo, la agricultura pampeana con los cultivos que integran la “cosecha argentina” (maíz, trigo, girasol y soja), llegaron a superar los 45 millones de toneladas en 1988. Las exportaciones de carnes también llegaron a cifras importantes, más de 500 millones de dólares y se abasteció a mercados nuevos como la ex URSS. Por la gran concertación de países que no subsidiaban a la actividad agropecuaria surge el grupo Cairns, en el marco de la Ronda Uruguay del GATT y fue un lugar estratégico para canalizar las demandas de libre comercio de productos agrícolas y la eliminación de los subsidios de la Unión Europea y EEUU.

La argentina colapsó con dos hiperinflaciones y durante el gobierno Menemista (1989-1999) hubo que tomar medidas drásticas, medias no exclusivas en el contexto internacional y con la asistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la banca multilateral principalmente el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF o Banco Mundial) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se inicia la desregulación económica con señales muy duras para contener la inflación con el anclaje en un tipo de cambio único y fijo, la convertibilidad. El agro se encontró en este periodo con alto endeudamiento, pero sin embargo desde el Estado se realizaron refinanciaciones (cédulas hipotecarias) y se creó, por ejemplo, el Instituto Nacional de Semillas (INASE), para garantizar el comercio de las semillas inscriptas bajo el régimen de propiedad de los obtentores de nuevas variedades, se autorizó la introducción de la soja transgénica, del maíz transgénico y del algodón transgénico, al mismo tiempo que nuestro principal competidor, EEUU. Esto conllevó a la siembra directa y a la conservación de los suelos. Ha sido una nueva y gran revolución productiva para el agro y, en la cosecha 1997/98 se había duplicado a 88 millones de toneladas. No por ello, se dejó de apoyar otras inquietudes de los productores y la Argentina fue el primer país de América en contar con normas para la producción orgánica. En 1995 se crea la Organización Mundial del Comercio (OMC), que sustituye al GATT y entra en pleno funcionamiento el MERCOSUR. La Argentina eliminó la aftosa con la participación directa y responsable de los ganaderos, con solo el control del Estado.

En el periodo De la Rua-Kirchner (1999-2010), sobre todo en los primeros años, hubieron crisis institucionales y económicas graves con y por la salida de la convertibilidad, la cual ya debía haber sido retocada precisamente en 1995. Esta situación fue dramática y traumática. Los productores se tuvieron que adaptar al nuevo modelo que se impulsó con la transición de Eduardo Duhalde: nuevo tipo de cambio qua benefició a corto plazo a los productores y justificó la aplicación de retenciones, aunque con discusiones de tipo ideológicas. A partir del 2003 se ha dado prioridad al mercado interno para controlar la inflación y se pautaron las exportaciones sobre todo los productos claves para la canasta familiar, carnes, trigo, lácteos.

Este recordatorio, listado de políticas sectoriales, hechos y resultados no exhaustivos, no excluyentes y limitado, constituyen los principales hitos del agro en estos 200 años de historia, según la interpretación del suscrito. Es un reconocimiento al agro en este Bicentenario. El campo, los productores, hicieron lo suyo, convirtieron un país inmenso, diverso, de buenas, regulares y malas tierras en un abastecedor mundial de alimentos y el Estado, independientemente a la ideología y las políticas aplicadas, ha contribuido en su rol de promoción de la actividad económica, en algunos momentos en carácter subsidiario y en otros con demasiada intervención, aunque hoy no se vive ninguno de esos extremos. Feliz Bicentenario para el Agro y para la Argentina y es un gran deseo que en poco tiempo la cosecha supere ampliamente las 100 millones de toneladas y el stock de ganado tienda a las 100 millones de cabezas, No obstante, el futuro es la transformación agroindustrial de los productos del campo. Somos importantes actores en el comercio mundial, el primer exportador mundial de aceites de soja y Rosario es el centro de transformación más eficiente del mundo,

El campo, los productores, hicieron lo suyo, convirtieron un país inmenso, diverso, de buenas, regulares y malas tierras en un abastecedor mundial de alimentos y, el Estado, independientemente a la ideología y las políticas aplicadas, ha contribuido en su rol de promoción de la actividad económica, en algunos momentos en carácter subsidiario y en otros con demasiada intervención, aunque hoy no se vive ninguno de esos extremos. Feliz Bicentenario para el Agro y para la Argentina y es un gran deseo que en poco tiempo la cosecha supere ampliamente las 100 millones de toneladas y el stock de ganado tienda a las 100 millones de cabezas, No obstante, el futuro es la transformación agroindustrial de los productos del campo. Somos importantes actores en el comercio mundial, el primer exportador mundial de aceites de soja y Rosario es el centro de transformación más eficiente del mundo, supera a Chicago en este cultivo. Vamos Argentina, tu puedes !!!.

El campo y el Bicentenario (en proceso)

200 años en 120 arts.

Autor: Jesús Leguiza

El agro en las distintas etapas de la historia económica argentina.

Lista de posibles artículos, los mismos tendrán títulos con más gancho y un contenido mínimo de 7 a 9 arts. por etapa histórica:

Índice

Prólogo

Introducción

Capítulo 1

1810-1820: Las luchas de la independencia

Art 1 Antes de Mayo de 1810

Art 2 Las vaquerías y los saladeros

Art 3 La agricultura en el norte

Art 4 Las nuevas ideas económicas

Art 5 La primera globalización

Art 6 Belgrano y el Semanario de Comercio

Art 7 El plan económico de Rivadavia

Capítulo 2

1820-1853: Las autonomías provinciales

 Art 8 Empréstito de la Baring Brothers

Art 9 Pedro Ferré. Un visionario de la industria y el transporte

Art 10 Las peleas por la caja, aduanas

Art 11 Unitarios y federales

Art 12 Rosas Gobernador

Art 13 Batalla de Pavón

Art 14 Ley de enfiteusis

Capítulo 3

1853-1880: La organización Nacional

Art 15 Las ideas económicas durante al Organización Nacional

Art 16 La tierra pública

Art 17 L’ frigorifique. Charles Tellier. La segunda globalización

Art 18 Los ferrocarriles. Trochas. Etapas y recorridos

Art 19 El primer censo 1864

Art 20 La economía del azúcar en el NOA. Obispo Colombres

Art 21 La conquista del desierto

Art 22 Vélez Sársfield y el régimen de propiedad arts. 2503 y 2614

Art 23 …

Art 24 La segunda globalización

Capítulo 4

1880 -1916: La Agricultura y la generación del 80

Art 25 El Capitalismo argentino a fines del siglo XIX

Art 26 La dirección de Agricultura del Ministerio del Interior

Art 26 Cartas de Sarmiento desde EEUU

Art 27 …

Art 28 La creación del Ministerio de Agricultura

Art 29 El Libro del Estanciero, del autor del Martín Fierro.

Art 30 Los inmigrantes

Art 31 La primera colonia agrícola

Art 32 Amado Bonpland, Thais y otros

Art 33 El  proceso de  ocupación de la tierra

Art 34 El grito de Alcorta y la FAA

Art 35 Impacto de la 1era. Guerra Mundial

Art 36 Los gremios empresarios SRA, CRA, FAA, Coninagro

Capítulo 5

1916-1930: Los radicales

Art 37 La nueva ganadería

Art 38 Semillas, contrato a Guillermo Blackhouse

Art 39 La repercusión de la crisis de 1929

Art 40 El pacto Roca-Ruciman

Art 41 1era. Revolución agrícola argentina

Capítulo 6

1930 -1946: La década infame

Art 42 Predominio pampeano

Art 43 Elevadores de granos

Art 44 Lucha contra la langosta

Art 45 La creación de la JNG y la JNC

Art 46 La Junta Nacional del Algodón

Art 47 Impacto de la 2da. Guerra Mundial

Capítulo 7

1946 -1955: Durante el peronismo

Art. 48 Política agrícola del peronismo. 1er plan quinquenal

Art 49 Instituto Nacional de Granos y Elevadores

Art 50 Las obras de infraestructura, sistemas de riego

Art 51 La expansión extrapampeana

Art 52 El IAPI y la Agricultura

Art 53 El tractor Pampa y el Rastrojero

Art 54 Antecedentes para una ley de Semillas

Art 55 El GATT y el comercio internacional

Art 56 Más gremios empresarios CRA

Art 57 Estatuto del Peón Rural

Capítulo 8

1955 -1983: Entre civiles y militares

Art 58 La sustitución del transporte interno: el camión

Art 59 Aparecen las retenciones

Art 60 Creación del INTA

Art 61 1973. Irrupción de la soja

Art 62 Coninagro y grupos CREA

Art 63 2da. revolución agrícola argentina

Art 64 Pacto Perón-Frondizi

Art 65 Lanusse y la agricultura

Art 66 Cámpora y Perón

Art 67 Vuelven las retenciones

Art 68 La tablita de Martínez de Hoz

Capítulo 9

1983-1989: La nueva democracia

Art 69 Los créditos indexados Índice Aguado

Art 70 Las exportaciones de carnes a la URSS

Art 71 El grupo Cairns y la Ronda Uruguay del GATT

Art 72 La cuota de soja, cuando la producción era mínima

Art 73 Las cuotas de importación de la UE.

Art 74 La cuota Hilton, se debe licitar ¿?

Art 75 La banca multilateral y la modernización del sector público

Art 76 Proyectos contra la pobreza rural (el FIDA)

Art 77 La tercera  globalización

Capítulo 10

1989-1999 La década del 90

 Art 78 El colapso del ‘89

Art 79 La desregulación económica, Decreto 284.

Art 80 La creación del INASE

Art 81 La revolución de la biotecnología

Art 82 La pesca en el mar argentino

Art 83 Las semillas transgénicas

Art 84 El agro en la convertibilidad de DC

Art 85 La agricultura orgánica

Art 86 La OMC y las nuevas rondas

 Art 87 La hidrovía, el nuevo camino real

Art 88 La cumbre mundial de la Alimentación 1995

Capítulo 11

1999-2010: Sobre la marcha y el Bicentenario

Art 89 El nuevo colapso del 2001

Art 90 El millón de has. de Rodríguez Saá

Art 91 Derecho Real de Superficie Forestal

Art 92 “Cambio de modelo”

Art 93 Las retenciones de nuevo, necesidad o ideología

Art 94 El agro crece a pesar del Estado

Art 95 La guerra de las patentes y regalías

Art 96 Cambio en el régimen de propiedad CCyC

Art 97 La nueva guerra de la carnes

Art 98 El golpe institucional del 2001 y el agro

Art 99 La gobierno de NK

Art 100 La 125 y la rebelión del campo

Art 101 Se requiere cambiar de aire

Conclusiones

Agosto 2009

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Son 12 etapas, con 120 art. 1 pág c/u en 120 págs, a una pág. por art. sin contar tapa, contratapa, Prólogo, Índice,  Introducción y Conclusiones  de Matías Longoni el Director de Genoma o ambos.

Hay 101  títulos, deberían haber 120

Debe ser 90 % coherente con GENOMA

Estas son Ideas, de las cuales hay varios arts, publicados en Ámbito Financiero y otros en este mismo sitio web www.jesusleguiza.com.ar , que quizás habrá que readaptalos o reescribirlos, como los siguientes:

El alambrado

El reparto de tierras

La creación de las facultades a Agronomía y Veterinaria

La soja en Santo Tomé y en la Pampa

Las colonias en la Pampa

Las colonias en la patagonia

Los inmigrantes de Chaco y Misiones

Los gauchos judíos

Las inmigraciones vascas

La venta de tierras públicas de Misiones por parte de Corrientes

Ministro André Bretton-1924/1925 y el cultivo del algodón

Y otros arts desordenados.