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Opinión

Deuda impagable

Ahora dicen que la deuda heredada es impagable, qué pelotudos, por Dios !! Como si estos ineptos no se hubieran endeudado.

La dueda desde Rivadavia hasta los últimos gobiernos, ya sea, del Proceso Militar, de Alfonsín, de Menen, de Duhalde, de Kirchner, de CF de Kirchner, de Macri y la actual de CFK siempre se renueva total o parcialmente, se pagan los intereses, cuando se puede.

Estos gobiernos se endeudan con créditos externos (deuda externa), con créditos internos (que compiten con el sector privado) y/o emiten dinero, la peor de todas las duedas, porque queda en el aire, es etérea. Nunca se dice quien es el culpable, obviamente siempre es el gobierno de turno.

Ni el FMI, ni el club de París ni ningún organismo bancario nacional o internacional, como tampoco ningún ahorrista o bonista, nacional o extranjero nos obligan a endeudarnos. Nos endeudamos por PELOTUDOS.

Se endeudan los gobiernos porque son populistas y porque gastan más de que cobran de impuestos; los cuales, a esta altura de la historia, ya no se pueden aumentar más porque ahogan a los que verdaderamente producen: el campo, la industria, el comercio, etc.

Desde principios del 2020 el país emitió cifras incalculables que no pueden ser repudiadas o culpar compulsivamente a Macri porque se estarían putuando a sí mismos. Hipocresía total y absoluta. Una barbaridad, una deuda incontrolable.

Cualquier gobierno, cualquiera sea, no produce nada, solo gastan e invierten mal el dinero público. Hasta regalan lo que no les pertenece. Me pregunto, porqué no regalan la plata suya, sus sueldos, dietas, o patrimonios; al contrario gastan el dinero de otros; además son murciélagos sanguijuelas, garrapatas y toda clase de chupasangre del Estado.

Los políticos y gobernantes son un conjunto de parásitos que se creen dueños del dinero público porque fueron elegidos por votantes comprados y fanáticos.

Esto no da para más. Dejen al país en pazzzzz !!!

¡Basta de CUENTOS CHINOS !

Basta de CUENTOS CHINOS, basta de mentiras perversas !

El Ministro de Hacienda se reune en estos días con ‘inversores» en Nueva York. Y luego, en Washington, para no «pagar» al FMI, para qué? si igual no nos cobrarán, siempre otorgan prórrogas.

Quién querrá INVERTIR en Argentina cuando la macroeconomía es un desmadre; no pueden controlar la inflación explícita y solapada debido a la emisión de dinero desenfrenada.

Todavia no entienden los burros del gobierno «democrático-autocrático» que la inflación es un fenómeno monetario y que el único que tiene el poder monopólico de emitir dinero y crear dinero secundario o bancario es el mismo gobierno.

Además, quieren distraer a la población pasiva, entregada y sin vacunas que se tomarán medidas para evitar que suban los precios con controles de las cuentas de las empresas. Ya sea con «acuerdos de precios y salarios» o con «verificaciones» de sus compras de insumos, materias primas, procesos, stocks y precios de salida de fábrica.

Todo está CANTADO para repetir el fracaso secular y recurrente.

Ello agravado con un NUEVO aumento porcentual del impuesto a las ganancias y la caprichosa y tramposa falta de actualización de los mínimos no imponibles desde hace largo tiempo.

Para terminar, el FMI nos dará plazo solo para evitar la caída, como piezas de dominó, de varios países que querrán lo mismo y evitar que el sistema económico y monetario internacional se ponga en riesgo.

La Generación del ’80 y la década de Menem

No se entiende que el Estado debe dejar de mortificar al campo y permitirle trabajar en paz, sin retenciones y sin inflación.

Hubieron dos únicos procesos transformadores en la historia de Argentina: los realizados por generación del ’80 y las transformaciones institucionales y económicas de la década de 1990 realizadas por la dupla Menen-Cavallo.

Ambos procesos tuvieron sus grandes aciertos y grandes errores.

Con el primero se consolidó la formación del país, hubo estabilidad, inversión extranjera directa en la red de ferrocarriles y energía eléctrica. Los trabajadores inmigrantes, tanto en el campo como en las ciudades, sentaron las bases para el nacimiento de una gran la clase media, única en América Latina.

Los Presidentes fueron:
Roca (1880-1886)
Juárez Celman (1886-1890)
Pellegrini (1890-1892)
Luis Sáenz Peña (1892-1895)
Uriburu (1895-1898)
Roca, 2da (1898-1904)
Quintana (1904-1906)
Figueroa Alcorta (1906-1910)
Roque Sáenz Peña (1910-1913)
De la Plaza (1913-1916)

La generación del ’80 necesitó 25 años y 10 Presidentes.

En la década de 1990 con Menen (1989-1999) se realizaron también grandes y profundas transformaciones adaptadas a la finalización de la guerra fría; etapa en la que se distingue Domingo Cavallo. Un Presidente y solo 10 años.

Esas transformaciones todavía sobreviven independiente a las estigmatizaciones, denostaciones y relatos sesgados.

Del país agroexpotador de granos de antes al país agroalimentario de hoy, que genera el 61% de las divisas y crea riqueza equivalente al 16, 3% del PBI.

El viento y la veleta

Como el mundo es
redondo, se aconseja
no situarse a la izquierda de la izquierda,
pues, por esa pendiente, el distraído
suele quedar de pronto a la derecha
.

Se han dado casos. Se repiten tanto

en estos tiempos de confusa urgencia,

que el que quiere cambiar la flor de mano

debe ejercer la ciencia y la paciencia.

Pero no en breves raptos o relámpagos

ni a palos con el águila agorera,

tampoco en conversadas salamancas

de sexo y saxo y de pilosa niebla.

Esas raras maneras del hartazgo

suelen ser distracciones pasajeras,

síntoma tipo de que el ocio endémico

sustituye la historia por la histeria.

Hay que ser consecuente con la furia!

Escoger entre el viento y la veleta.

Será una metáfora, una ironía o una metáfora irónica de Armando Tejada Gómez ?

La vaca no da leche

Tal cual como lo leés: la vaca no da leche. Hay que ordeñarla y para ello es necesario levantarse a las 4 de la mañana, ir al corral o al establo, caminar por un pasillo lleno de excrementos nauseabundos, atar la cola y las cuatro patas del animal.

Luego debés sentarte en un banquito, colocar un recipiente o balde y empezar a ordeñar a mano con los movimientos adecuados. Si disponés de una máquina ordeñadora igual tenés que estar ahí y trabajar.

Esta es la ley de la vida, la vaca, la cabra, la oveja, la llama, la búfala no dan leche, hay que ordeñarlas. Si no trabajás no tenés leche.

Hay quienes piensan que ellas dan leche, que las cosas son fáciles, automáticas y gratis. Deseo, pido y obtengo: sin saber que la realidad es producto o fruto del esfuerzo.

Sin esfuerzo no hay resultados, no hay bienestar.