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Opinión

Urgente, un plan económico

No se puede esperar el fin de la pandemia, para tener un plan, no habrá. Se seguirá con «cuarentenas» por un largo tiempo.

Se necesita un plan económico AHORA, en forma inmediata, con reformas estructurales creíbles y así bajar la incertidumbre.

El PLAN debe ser para poner en marcha la recuperación económica en un plazo mínimo de 3 o más años con una clara estrategia y medidas coherentes sin relatos ni mensajes contradictorios.

La ESTRATEGIA será aplicar políticas heterodoxas e instrumentos pragmáticos, a saber:

MEDIDAS SOCIALES:

-Permitir la libre circulación de la población, movilidad responsable para volver al trabajo y ayudar a las empresas y cuentapropistas que ya quebraron.

-Controlar los planes sociales obligando trabajar a los beneficiarios y limitar los AUH a 3 por familia.

-Controlar por número de DNI y vínculo familiar para evitar la duplicación de las ayudas. No usar a punteros como “intermediarios”.

-Los que reciben dichos planes y jubilaciones sin los 30 años de aportes y otros subsidios del Estado deben ser excluídos de los padrones electorales.

MEDIDAS MACROECONOMICAS:

-El BCRA debe se independiente para cuidar el valor transaccional de la moneda.

-Eliminar el cepo del mercado de cambio, liberar la cotización de dólar y permitir usar como moneda reserva de valor.

-Reducir los impuestos nacionales a solo el IVA, ganancias, a los capitales, bienes personales e impuestos internos. Los provinciales deben ser solo ingresos brutos, sellos e inmobiliario urbano; y, las tasas por servicios e inmobiliario rural para los municipios.

-Arreglar el refinanciamiento de la deuda externa para que el sector privado pueda disponer de financiamiento.

-Atraer la Inversión Extranjera Directa (IED) solo para inversiones reales. Las inversiones financieras extranjeras tendrán plazo mínimo de salida, 3 años y sin posibilidad de especulación por demanda de préstamos del Estado.

-Permitir la libre exportación, sin impuestos a la exportaciones (retenciones) y limitar la importación a insumos y bienes que no se producen en el país.

-Compromiso del Estado para no endeudarse internamente ni emitir para financiar déficits fiscal.

-Promover las exportaciones con los productos competitivos que ya existen y limitar las importaciones solo a bienes e insumos que no se producen en el país.

Así se controlará y se bajará la inflación. Las expectativas negativas se reducirán y no presionarán sobre las tasas de interés y el tipo de cambio.

-Con inflación y tasas bajas se incentivará la INVERSION PRIVADA para reabrir empresas y ocupar la capacidad productiva ociosa.

-Con la INVERSION PRIVADA y la poca INVERSION PUBLICA posible se iniciará la recuperación del EMPLEO y el poder adquisitivo de los salarios, y aumentará el CONSUMO.

-Promover las exportaciones con los productos competitivos que ya existen y emprendimietos de energias renovables, comunicaciones, biotecnlogía, tecnologias sustentables y economía de conocimiento.

MEDIDAS MICROECONOMICAS:

-Congelar por 3 años los procesos judiciales abiertos y por abrirse de quiebras y demandas por deudas y acreencias.

-Facilitar acceso al crédito de corto plazo, menos de un año o de acuerdo a la rotación de periodos venta-cobranza de los negocios.

-Postergar el pago de impuestos vencidos y los nuevos vencimientos con moratorias a 36 meses.

-Reducir los aportes patronales y cargas sociales. Permitir la libre asociación y aportes a los sindicatos.

ROL DEL ESTADO:

-EL Poder Ejecutivo cumplirá sus funciones con solo 8 Ministerios: Seguridad, Justicia, Salud, Educación, Economía (Hacienda, Producción, Obras Públicas, Comercio Interior y Exterior, Agricultura, Minería e Industria, Trabajo), Asistencia Social, Relaciones Exteriores y Jefatura de Gabinete.

-Cada Ministerio dispondrá de 3 Secretarías y cada Secretaría de 6 Subsecretarías. Las mismas integradas por 3 o 4 Direcciones Nacionales con empleados esenciales, no militantes.

COMPROMISO POLITICO:

-No aprovechar la situación, como hasta ahora, con la autopromoción política para las próximas elecciones.

-Que los Diputados propongan y apoyen leyes para el bien general, el pueblo.

-Que los Senadores propongan y apoyen leyes para sus respectivas provincias.

Estas son medidas que deben estar contenidas en los anuncios oficiales, son medidas necesarias aunque no suficientes. La crisis actual es muy grave y la recuperación será muy lenta y difícil.

Vicentín: argumentos falaces

Esta situación es igual al arreglo que el Estado quiere lograr con la deuda externa, solo que en este caso se trata de una empresa privada entre tantas miles.

El conocido avance del gobierno sobre el sector privado es evidente y encierra un mensaje negativo para toda la actividad productiva del país y para los compradores/clientes extranjeros.

Vicentín, como ya casi todo el mundo conoce, es un acopiador de granos y productor de aceite y pellets (harina) de soja, entre otras actividades productivas y comerciales. Es una de las empresas que se encuentra entre los grandes jugadores de las exportaciones del sector agrícola.

Los argumentos utilizados para su “intervención” son falaces:

1) Soberanía alimentaria.
2) Referente de precios de la materia prima, granos de soja.
3) Gran deudor irregular del Banco de la Nación Argentina.
4) Manejo irresponsable de la tercera generación de dueños/accionistas y directivos.
5) Cuidar para que no caiga en manos extranjeras.
6) Evitar que la empresa pare sus actividades y deje trabajadores en la calle.
7) Es de utilidad pública e interés nacional.

Vamos punto por punto:

-La soberanía alimentaria o seguridad alimentaria es un concepto que viene desde las guerras mundiales y está referido a los países que son compradores de alimentos provenientes de otros países, o sea, se abastecen mayormente en el exterior, durante y después de guerras, y/o por falta de recursos naturales propios.

Este no es el caso de Argentina, que es un exportador neto de alimentos. Cuando conviene, se dice que produce alimentos para 400 millones de habitantes.

-Referente de precios de la materia prima, es decir la soja en granos, también es falso. Una empresa privada aunque llegue a tener participación estatal no puede imponer precios de referencia para el total de los productores de soja del país y se maneja con precios internacionales.

Es irracional que compre más caro para que marque un precio mínimo indicativo. Así terminó la Junta Nacional de Granos (JNG), con millones de dólares de déficits porque intervenía en el mercado. No así la Junta Nacional de Carnes (JNC) sustituida ahora por el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA).

-Manejo irresponsable de la tercera generación de dueños/accionistas y directivos. Todas las empresas tienen varias formas de financiar la compra de bienes de capital o materias primas. Cuando se usó todo el capital propio de los dueños/accionistas, éstos solicitan prestamos a bancos públicos, privados, nacionales extranjeros, a proveedores, y hasta pueden pedir adelanto a los compradores.

En otro ámbito, pueden colocar debentures y nuevas acciones en la bolsa. Sucede que en este país toda financiación es imposible, la tasa de interés real es muy alta y ello no permite la financiación bancaria. O las utilidades deben ser excepcionalmente atractivas para que las nuevas acciones o los debentures resulten beneficiosos.

El verdadero problema es el excesivo gasto público y el déficit fiscal que se financia con deuda externa o interna. La desconfianza en los gobiernos genera un riesgo país alto y los préstamos de los bancos locales resultan carísimos con tasas de interés muy altas, costo al que las empresas privadas no pueden acceder.

-Gran deudor irregular del Banco de la Nación Argentina, puede ser; como también que el Banco se haya sobrepasado prestando más de lo que permiten las reglas del Banco Central. Esto es penalizable y los Directivos del BNA deberán afrontar los juicios o demandas correspondientes; los anteriores y los actuales.

No obstante, el BNA puede cobrar sus acreencias comprando acciones o haciendo ampliar el capital accionario de la empresa.

-Cuidar que “caiga en manos extranjeras”. Los ferrocarriles, las redes de agua potable, de electricidad, los subterráneos, la explotación del petróleo se hicieron con capitales extranjeros, que en su momento eran empresas de otros países, sobre todo de Inglaterra.

Mientras exista una gran diferencia entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio real, y abusos con alta presión fiscal no habrá ningún interesado en realizar inversiones en Argentina, ya sean ciudadanos con dólares en el colchón, en cajas de seguridad o resguardados en el exterior. Como tampoco inversores no financieros extranjeros que les interese instalar fabricas o negocios en el país. No habrá Inversión Extranjera Directa (IED). Además, la pandemia agudiza negativamente la situación.

-Evitar que la empresa pare sus actividades y deje trabajadores en la calle. Con el desmanejo de la política macroeconómica, es decir la política monetaria, fiscal y cambiaria, cientos o miles de empresas cayeron o caerán en la misma situación. Cierre de actividades, despidos laborales aunque estén prohibidos, mínimas ventas si es que las empresas se pusieron en marcha o estén a media marcha. La gente, los trabajadores privados, están con miedo para ir a sus trabajos.

-Es de utilidad pública e interés nacional. Vicentín es una empresa privada como la mayoría de las empresas del país, sean pequeñas, medianas o grandes.

En cualquier Estado moderno existen solo unas pocas empresas públicas que se dedican a la producción de bienes o a la prestación de servicios en forma directa, como YPF, YCF, Edenor, Edesur, Aysa, Ferrocariles, Aerolíneas Argentinas-Austral y otras tantas.

Algunas se justifican y dan ganancias, otras ni se justifican ni dan ganancias. También existen muchas empresas o sociedades del estado que están concesionadas que son de interés público y general para la población.

Estos argumentos falaces no justifican ni siquiera la “intervención” y mucho menos la expropiación de Vicentín o cualquier otra.

Debe correr agua bajo el puente, mejor que no corran protestas generalizadas. Se debe respetar la Constitución, la Ley de Concursos y Quiebras Nro. 24522 y modificatoria, sin esperar la decisión del Congreso Nacional para una expropiación. Por ahora que siga en manos del Juez de la causa y del fiscal para que, en caso de llegar a algún arreglo, se homologue el concurso de acreedores.

El relato del 9no. default

¡Quién puede creer que actualmente se hace un esfuerzo serio para no entrar en default nuevamente!

El tema de la deuda pública es otra distracción para la población, “la gilada”, y para complacer a los fanáticos; a su vez, va adornada con neologismos creativos: soft default, default restringido, default momentáneo y hasta default anecdótico.

La deuda reprogramada desde 2016 tuvo por objeto estirar hacia delante el plazo de las deudas contraídas con anterioridad, para pagar a los holdouts, los intereses de los u$ 240.000 millones de deuda heredada a fines del 2015 y aumentó para pagar el déficit fiscal a fin de mantener la trampa de los planes «trabajar», los AUH y los cientos de miles de nuevos jubilados que nunca realizaron aportes.

Como lo ha dicho Negri «El Gobierno actual está negociando los bonos que se emitieron en los años 2005 y 2010. La Provincia de Buenos Aires no ha podido pagar deuda emitida durante la gestión de Scioli. Queda en evidencia que también se está negociando la deuda que ellos mismos emitieron. Esto demuestra cabalmente que, cuando el Gobierno culpa al anterior de esta nueva crisis de deuda, falta parcialmente a la verdad y tiene por único fin establecer un nuevo relato.

Este año vencen us$ 32.889 millones de deuda en pesos y us$ 30.927 millones de deuda externa bajo legislación extranjera, o sea un total u$ 63.806 millones de deuda total.

Los próximos vencimientos, también totales, son:

-En el 2021, u$ 40.460 millones;
-en el 2022, u$ 50.041 millones;
-en el 2023, u$ 45.838 millones;
-en el 2024, u$ 28.833 millones; y,
-en el 2025, u$ 27.055 millones

Por us$ 503 millones se entrará default, aunque en los próximos años ni siquiera se podrán pagar los intereses. Parte del nuevo relato es que no se pagarán ni los intereses para recuperar la economía fundida. Ni siquiera el sector privado tendrá crédito.

El fracaso, que viene del 2008, también tiene que ser de las grandes empresas privadas para que la culpa se diluya. El gran problema es que ningún acreedor obligó a Argentina endeudarse, salvo la irresponsabilidad de los gobernantes. Y ningún argentino está obligado a creer, salvo los periodistas pautados (la mayoría) y los propios reclutas y auto-reclutados.

La soja no es solo para los chanchos

La entrevista radial realizada por Marcelo Longobardi al Ministro de Producción Matías Fulkas sobre la “intervención” de la empresa Vicentín, una de las principales cerealeras del país, me hizo rememorar al ex Ministro de Economía Hernán Lorenzino cuando interrumpió una entrevista con una periodista extranjera diciendo textualmente: “puedo cortar esto un minuto “ y fuera de cámara se lo escucho decir “ME QUIERO IR!!”. Hoy faltó poco para que sucediera algo parecido. El periodista estuvo un poco vehemente ante las respuestas ambiguas del Ministro, pero éste no se ahorró papelones.

Ahora, marcando una diferencia con lo que afirmó, en su acalorado comentario, el destacado periodista para rebatir el propósito del gobierno de convertirse en referente de los precios de los alimentos, se debe reconocer que la soja no solo sirve para “alimentar a los chanchos”.

Es una leguminosa que se utiliza como alimento desde hace más de 5.000 años y comenzó a cultivarse en América cuando Mao Tse Tung prohibió la exportación a EEUU, que en esos años la usaba para alimentar a los vacunos y cerdos. Luego, la misma China terminó importando ingentes toneladas de soja desde EEUU, Brasil, Paraguay y Argentina.

La soja es el principal cultivo del sector agrícola y es el commodity que más exporta nuestro país, que es el primer productor de aceite de soja del mundo desde hace más de dos décadas. El complejo sojero es un hinterland de 300 km que tiene como centro radial a Rosario, y es el más eficiente del planeta superando incluso a su competidor principal, que es la cuenca del Mississippi. De este “yuyito” vive la Argentina desde hace muchísimos años.

Por cierto, esta oleaginosa está presente, en forma casi imperceptible, en una infinidad de productos. La soja y sus múltiples derivados son utilizados como complemento en más de 750 productos que los argentinos encontramos en las góndolas y que consumimos a diario. Ellos están agrupados en 9 categorías principales, a saber: 1) porotos de soja; 2) leche de soja; 3) aceite de soja; 4) harina de soja; 5) leche de soja cuajada (tofu); 6) pasta de soja fermentada (miso); torta de porotos de soja (tempeh); 8) proteína de soja aislada; y, 9) lecitina de soja.

Ya no es solo la salsa de soja, las milanesas de soja, la leche de soja o los brotes de soja como antaño. Ahora, está presente en la leche en polvo, en galletitas, turrones, bizcochuelos, pizzas y salchichas que contienen algún complemento derivado de soja. Los productos a base de soja también pueden encontrarse en algunos helados comerciales y otros postres congelados, en caramelos, dulce de leche, fideos con harina de soja, manteca, margarina, mayonesas …

El aceite de soja, principal subproducto, tiene múltiples usos comestibles. En gran parte mundo, donde no pueden cultivar girasol, maíz, lino u olivos, se utiliza principalmente para la elaboración de aceites de mezcla. La cocina argentina es reacia a consumir aceite de soja, porque dispone de aceites de mayor calidad y mejor gusto.

Igualmente el aceite de soja se puede encontrar en otra gran variedad de productos como panes, pizzas, snacks, tostadas, galletitas, magdalenas, barritas de cereal, aderezos, chocolates, bombones y congelados pre-fritos.

El otro subproducto importante es la lecitina de soja, que se obtiene a partir del desgomado del aceite y tiene mucha utilización en la industria alimenticia. Es un emulsionante aplicado en la preparación de chocolates, la repostería, pastelería, fabricación de galletitas, margarinas y caramelos. También permite que los productos “instantáneos” como la leche en polvo y el cacao en polvo no formen grumos.

El alto nivel de proteína que contiene la soja (que puede llegar a un 48%) es uno de los atributos más buscados por los productores de la industria alimenticia. En los productos cárnicos como embutidos, salchichas, medallones de carne y hasta el kani-kama, se la emplea para aumentar el contenido de proteínas, ligar agua y grasa, estabilizar emulsiones y ayudar a asegurar la integridad estructural, mientras que en la industria de la panificación la harina de soja facilita la retención de la humedad, mejora el poder aglomerante del huevo y logra un mejor color de la costra.

Para finalizar, debe saberse que UN KG. DE SOJA EQUIVALE, EN MATERIA DE PROTEÍNAS, A 4 KILOS DE CARNE, 11 LITROS DE LECHE, o 60 CLARAS DE HUEVO.

¡Qué porquería … matar la vaca y dejar la cría!!

Jesús Leguiza

El 85 % de país está en marcha??. Es muy relativo; posiblemente el cálculo esté computado desde el punto de vista territorial, porque si fuera por población, AMBA, que no está en marcha, concentra muchísimo más que un 15 % y, para colmo, la circulación permitida es ambigua: puedes salir pero mejor no salgas porque te puedes contagiar, pero tienes que trabajar así que puedes salir pero cuídate, así que mejor no salgas, pero si sales debes mantener la distancia social … y así, sin solución de continuidad.

En ese dudoso 85 % está incluido el campo, que da de comer a la Argentina y también provee gran parte de los dólares. Es la vaca atada del país !!!

Ponen precios máximos, aplican retenciones y cepos cambiarios; obligan a exportar al dólar oficial (artificialmente bajo) pero comprar, gran parte, al dólar libre (real); prohíben despedir gente y suben los impuestos. Y además, es necesario rezar por el clima!

La tierra, entre impuestos superpuestos, tasas viales y contribuciones por mejoras está sobre expuesta o, mejor dicho, «sobre impuesta». Es el sector productivo de verdad, el más criticado, envidiado y, a la vez, el único que alimenta y siempre salva al país de los problemas creados por los gobiernos estatistas, aunque ahora ya no será como decía Perón: «con una cosecha nos salvamos todos …»

Como ocurría con la ganadería lechera en el año 2015 con menos tambos y menos producción de leche que en 1998, para pintar mejor el cuadro de situación hay que cambiar el dicho: ¡¡ QUÉ PORQUERÍA … MATAR LA VACA Y TAMBIÉN LA CRÍA …!!