Martes negro y dos lunes anteriores también negros no son más que la búsqueda premeditada de inestabilidad política que se refleja en la economía: precio del dólar, caída del valor de las acciones y aumento del riesgo país. La contracara es el malestar de la población.
Echar la culpa al FMI y declarar que financia la fuga de capitales es solo ignorancia mayor. Se ha pagado deuda contraída con anterioridad al gobierno actual. De otra manera Argentina ya hubiera entrado en default o cesación de pagos el año pasado.
Como tampoco se puede actuar, con tanta necedad, en pretender que la crisis permanente, de hace 100 años, se arregle en una gestión de gobierno cualquiera sea.
El problema no se solucionará aunque se cambie de gobernantes o sigan los mismos.
Si el gobierno y la oposición no se ponen responsablemente de acuerdo para controlar el problema estructural más importante, que es el excesivo gasto público, vamos transitando por el camino equivocado y directamente a un largo periodo negro.
Es posible que no se pueda enterder que el tema de la deuda externa no es la causa del problema que tiene el país.
La deuda externa e interna en términos absolutos o en términos relativos no es una causa, es solo un síntoma de la mala administración de los gobiernos, al igual que la inflación.
EEUU es el mayor deudor del mundo en términos absolutos y Japón es el mayor deudor del mundo en términos relativos (en relación a lo que produce, o sea su PBI).
De ambos países, sus habitantes no se desesperan por buscar otros destinos para trabajar y vivir.
Por favor, acaben con el relato; los pobres balseros cubanos se dejan tragar por tiburones haciendo cientos de kms para llegar a las costas de Miami, cuando solo tienen poca distancia y menor riesgo para llegar a Haití.
Con el anuncio de Juan Schiaretti, Córdoba lanzará hoy un bono para el pago de deudas vencidas al 29 de febrero del 2020 con los proveedores de su administración.
En la crisis del 2001 aparecieron $ 7.645 millones en cuasimonedas:
El efecto de esta cuasimoneda será nefasto para la economía: menos control del BCRA, más circulación de medios de pagos que implica mayor inflación que se diluirá, en parte, con las pérdidas que sufrirán los agentes económicos por el uso para cobros y pagos.
Con la excusa del COVIT-19, otra vez el abuso del Estado en todos sus niveles; no entiende que deben bajar sus exagerados malgastos.
En lógica, una falacia (del latín fallacia ‘engaño’) es un argumento que parece válido, pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o ignorancia.
Todo el día y desde hace añares escuchamos cientos de juicios precarios sobre las causas de porqué : «el dólar está subiendo», «el dólar no tiene techo». Sentenciando sumariamente: «El dólar es el culpable».
En realidad, el dólar en Argentina no sube solo, la causa es que el peso que pierde valor constantemente.
Un café vale 2 dólares en EEUU, en Francia, en la China y en cualquier lugar del mundo. En cada lugar puede ser caro o barato según su relación con la moneda local, y de cuán buenas o malas sean las administraciones de la economía de los paìses.
No obstante, en este país existen personajes con mentes retorcidas como algunos dirigentes interesados, otros periodistas pautados y casi todo político hipócrita que utilizan argumentos falaces para culpar de todos los males al dólar.
Ellos deben dejar de engañar a la población; el peso baja de valor porque la gente no lo quiere y necesita resguardar sus ahorros en esa moneda fuerte. La inflación no es causada por el dólar, es causada por la emisión de moneda sin ningún respaldo y las expectativas negativas.
Ahora, con el coronavirus, los «intervencionistas» encontraron el argumento ideal para emitir dinero a lo pavo. No pararán hasta que la economía explote por los aires y entonces habrán dos culpables: uno ideológico, el dólar y otro biológico e ininputable, el nuevo virus.
La brecha entre el dólar blue y el dólar oficial es del 100 o/o y la pérdida de reservas es más de 100 millones por día, el gobierno sabe qué hacer y está haciendo (aunque no lo dice). Está devaluando a cuenta gotas y esperando el momento oportuno para blanquear una gran devaluación.
Los militantes son personas normales que, en la mayoría de los casos, están convencidos de la superioridad de una ideología, una creencia, un equipo deportivo. Muchos, se vuelven fanáticos y encuentran el «lei motiv» de sus vidas. Ejemplos sobran: veganos, feministas, antivacunas, terraplanistas y, por supuesto, militantes políticos y sociales.
Días atrás surgió una nueva «normalidad»: la INSTITUCIÓN MILITANTE; y no se trata de una ONG, es ni más ni menos, el BCRA (Banco Central de la República Argentina) con un informe elaborado a pedido de su Presidente: «Informe de Mercado de Cambios, Deuda y Formación de Activos Externos 2015 – 2019».
En el mencionado informe, que es la típica falacia de la verdad a medias, se analiza la relación entre la deuda externa, el valor del dólar y la fuga de capitales (Formación de Activos Externos). Pero solo del período 2015-2019 y se olvidaron de la historia.
También, se olvidaron de la causa principal y casi única: el déficit fiscal y, por ende, el exceso de gasto público. La deuda externa, el valor del dólar y la fuga de capitales son consecuencias.
Déficit fiscal
Todos los presidentes que asumieron desde 1864 incurrieron en déficits fiscales crecientes. Si se consideran los últimos 119 años y medio, desde 1900 hasta mediados del 2020, nos encontramos con 109 años y medio de déficit fiscal y sólo 10 años de equilibrio o superávit fiscal. Los gobiernos vienen dilapidando los recursos del Estado, como si fueran propios: golpes de Estado, empresas estatales deficitarias, campañas políticas, nacionalización de deudas, incrementos patrimoniales escandalosos de funcionarios o empresarios enriquecidos bajo el ala del Estado, hasta inverosímiles guerras.
Todo financiado por contribuyentes y consumidores del pasado, actuales y del futuro (nuestros nietos). Nada de esto está mencionado en el tergiversado informe militante del BCRA.
Deuda externa
También se olvidaron de aclarar que gran parte del total de la deuda externa es causada por ese recurrente déficit fiscal. No es, como quieren hacer creer, para que los argentinos, empresas o personas fuguen dólares.
La deuda pública a fines del año 2003 era de u$ 178.820 millones. En el 2015 esa deuda creció a u$ 240.665 millones de dólares y la deuda acumulada a 2019 de u$ 323.062 millones, de los cuales 2/3 fueron para cancelar y/o refinanciar la deuda externa heredada.
Fuga de capitales
Los dólares que compran las empresas y los dólares que compran las personas son para proteger sus ahorros o ingresos mensuales de la inflación, porque los alimentos, por ejemplo, suben de precio día a día.
La costumbre de resguardar los ahorros en dólares viene desde que empezaron los controles de cambio, pero en el informe se la describe como fuga de capitales, connotación peyorativa para los propios argentinos que guardan su dinero en una moneda fuerte (en el exterior, en cajas de ahorro y/o en el colchón).
No puede ser que existan más de 5 millones de argentinos tan perversos y tengan guardados más de u$ 300.000 millones, casi la mencionada deuda pública total. Solo tienen desconfianza y miedo de que el Estado confisque sus ahorros, tal como ya sucedió innumerables veces.
El resultado final: país inviable (sin futuro), injusticia social (pobreza) e inexistencia de instituciones serias y sólidas (como este nuevo organismo militante).
Del más polìtico de los técnicos al más técnico de los políticos