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Opinión

La cuota Hilton, propuesta de licitación

Ámbito Financiero, 17/10/04

Escribe Jesús Leguiza, Ex Subsecretario de Economía Agraria

La cuota Hilton es un cupo de importación que la Unión Europea otorgó a Argentina y a otros pocos paísespara que ingresen carnesde alto valor prácticamente sin pagar arancelesde importación (prelievos).  Esta cuota constituye, al menos en nuestro país y por ahora, la nata del negocio de las carnes. El valor de una tonelada de carne Hilton ha oscilado entre los 4.000 y los 10.000 dólares, aunque hubieron situacionesen que dichos valoresexcedieronesos límites; valoresque significan varias vecessuperior al precio de la carne en el mercado interno.

Cada año, y desde hace tiempo, se suscitan tensionesy protestas por la asignación de la cuota, prerrogativa de la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA). Cuando surgen discrepancias es por algo, sin duda. Se llegó al extremo que la Justicia, mediante amparos, otorgue casi el 40 % de la cuota Hilton. Algo que es atribución del Poder Ejecutivo, a través de la mencionada Secretaria.

Es importante que de la sociedad conozca y que los mismos actoresreconozcan:

a) Que la cuota ha sido dada de Estado a Estado; de la Unión Europea al Estado Argentino. Noesde los juecesni de los frigoríficos, independientemente del tamaño y/o localización; y,

b) Queesnecesario tomar la decisión,  por parte del  Ministerio de Economía  y/o la Secretaria de Agricultura, para diferenciar dos conceptos o cuestiones. Una cosaesla localización de la actividad, la industria, y otra cosaesla asignación de la cuota a nivel de firma.

El primero tiene que ver con las reglas, los vectoreso los criterios de localización económica de la actividad (los frigoríficos). Hoy, al menos, noeslo mismo la localización de un frigorífico en Tierra del Fuego o en Jujuy o la localización cerca de los puertos de exportación y obviamente la producción de animales para faena. Alfred Weberescribió, en 1922,, un libro sobre la teoría de la localizaciónespacial, el nacimiento de la economía regional. Para él, y solo a manera de ilustración, existen cuatro factoresfundamentalesde la localización de las actividadeseconómicas (costo de los fletespara la provisión de las materias primas,  costo de los fletesde los productos terminados a los mercados de consumo, costos de la mano de obra y las denominadas economías de aglomeración). Hubieron otros como August Losch y Walter Isard que también contribuyeron eneste sentido. Será necesario entoncesque las autoridadesrealicenestudios económicos serios que justifiquen determinadas localizacioneszonaleso regionales y que sirvan de base para enriquecer sus propios criterios y sus propias decisiones.

Salvado lo anterior, recién se podrá discutir seriamente sobre los criterios de asignación de la cuota Hilton a nivel de firmas o de frigoríficos, como eneste caso. Será necesarioestablecer reglas de juego transparentes, equitativas y con racionalidad económica y social, previo a cualquier decisión.

Existe un proyecto de Ley, entiendo promovido por la diputada Alarcón, que esuna excelente iniciativa porque pone algunos límites, excluye a los frigoríficos en quiebra y trae algo de claridad, pero no essuficiente. Lo que sí essuficiente eslograr transparencia en la asignación de la cuota Hilton, la misma debe ser asignada o distribuida por licitación pública, como cualquier acto de compra o de otorgamiento de un beneficio por parte del Estado. Una licitación pública, además con una contribución para el mismo Estado, por ejemplo 100 dólares por tonelada de base y por mayor contribución (sobre A: propuesta técnica y sobre B: propuesta económica); claroestá, luego de satisfacer previamente condicionalidades en materia sanitaria, impositiva, laboral y, con criterio económico territorial. El Estado tiene en sus manos también el poder y la responsabilidad de defender a sus funcionarios honestos.

Venta de tierras: siguen las críticas


La Nación, 12 de agosto de 2004

CARBAP reclamó políticas de Estado

Para el ex Subsecretario de Agricultura Jesús Leguiza, la iniciativa constituye un camino equivocado. Elogió un proyecto sobre el Derecho Real de Superficie (DRS).

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) y el ex secretario de Agricultura Jesús Leguiza se sumaron a las críticas que desató la iniciativa legislativa que pretende restringir y limitar la adquisición de inmuebles rurales por capitales extranjeros , presentada por los diputados nacionales José María Díaz Bancalari (PJ- Buenos Aires) y Jorge Dahud (PJ- Entre Ríos), y cuyo tratamiento sobre tablas en Diputados fracasó anteayer. Entre otros dirigentes , ya se expresaron en contra del proyecto los presidentes de la Sociedad Rural Argentina (SRA) , Luciano Miguens , y de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Benito Legeren, y el diputado nacional Gui-llermo Alchouron (Acción por la República Buenos Aires).

El titular de Carbap , Mario Llambías , consideró que dicho proyecto es contrario al espíritu de la Constitución Nacional. Cabe recordar que el artículo 20 de la carta magna establece, entre otros conceptos, que » los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden ejercer su industria , comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos … » .

A partir de este argumento , para Llambías «resulta inconducente efectuar mayores consideraciones sobre la cuestión «. En diálogo con LA NACION , el titular de la entidad más poderosa adherida a CRA sugirió que, en tal caso, » lo que se debería investigar bien es de dónde provienen los capitales «.

El dirigente puntualizó también que el principal problema por resolver de manera urgente es «la falta de políticas de Estado por las cuales muchos productores agropecuarios argentinos han dejado o deberán dejar de serlo». Agregó Llambías que se debe permitir el desarrollo del productor y su familia en un ámbito que le es propio y desde el que cumple un papel social fundamental en las comunidades del interior . »

Lamentablemente -agregó- , desde sucesivos gobiernos se ha visto al sector como un mero aportante a las arcas fiscales , sin tener en cuenta su importancia en la generación de empleos , su aporte en el crecimiento equilibrado del país y su importancia geopolítica . » Por último , Llambías consideró que » es el momento oportuno para que los argentinos iniciemos un profundo debate sobre el país que queremos » .

Camino equivocado.

Por su parte, Jesús Leguiza, secretario de Agricultura duran-te la fugaz presidencia de Adolfo Rodríguez Saá y ex subsecretario de la cartera , señaló que prohibir la venta de tierras es un camino equivocado y poco creativo. «Esta es una forma adicional de empobrecer el país», insistió . Al respecto , recordó que el Senado dio media sanción en diciembre último , a instancias del entonces senador José Luis Gioja (PJ – San Juan , provincia de la que ahora es gobernador) , un proyecto que crea un nuevo derecho real de superficie forestal y frutícola (DRSFyF). Es una manera eficaz de promover inversiones sin vender tierras y una barrera eficaz en la lucha sanitaria en zonas donde hay montes abandonados «.

Leguiza explicó que con el derecho real de superficie , tanto forestal como frutícola , cualquier extranjero puede realizar inversiones sin necesidad de comprar tierras .

Prohibir la venta de tierras es un camino equivocado

Ámbito Financiero, 27/07/04

Escribe Jesús Leguiza. Ex Subsecretario de Agricultura de la Nación

Una forma eficiente de usar las tierras para favorecer las inversiones, al menos en la forestación y  fruticultura, sin la xenofobia o la “capitalfobia”, es aprobar el derecho real de superficie que tiene media sanción en Senadores.

 Con sorpresa nos enteramos de que se han presentado, en la Cámara de Diputados, propuestas para prohibir y/o restringir la venta de tierras a extranjeros. Textualmente, en un importante diario se escribió. ”Adquirir tierras en el país podrá convertirse en misión casi imposible para personas o empresas extranjeras que vean en la Argentina una real posibilidad”.

 No se trata de una propuesta sino de varias iniciativas. Los legisladores no son personas desconocidas. Los mencionados tienen apellidos bien conocidos y, en algunos casos, representan a mayorías.  Propuestas que carecen de practicidad, tal como ya lo indicó el Sr. Roberto Frenkel Santillán en su comentario “aquel extranjero que quiera invertir lo hará igual a través de un argentino”,  o como dijo Guillermo Alchouron, sobre la inconstitucionalidad de la iniciativa.

Esta es una forma adicional de empobrecer al país, igual que hace algunos meses atrás se pretendía grabar con más retenciones (impuestos para vender a otros países)  a las exportaciones de soja para evitar la “sojización”.  Por suerte, ahora el gobierno aprobó, hace pocos días,  la comercialización de maíz transgénico (RR); ésta es la forma eficaz de evitar la “sojización” y resolver un problema, que para algunos era de vida o muerte y que para otros más sensatos solo trataba de una cuestión coyuntural,  dada una importante sequía en EEUU.  La aprobación de la comercialización del maíz RR  se demoró casi 6 años pero salió. Ya está y contribuirá a una nueva revolución de la producción granaria que trascenderá a las pampas. Este es un ejemplo de una solución creativa y eficaz.

El futuro de Argentina, no solamente está en los granos y en la pampa húmeda, también está en las forestación y en la fruticultura, actividades que se realizan en el resto de las regiones.  El Senado de la Nación aprobó en diciembre del año pasado, a instancias del entonces senador Gioja y la labor parlamentaria destacada de la Senadora Escudero y la Senadora Martín,  un proyecto que evita estas incongruencias al menos parcialmente, como es esto de prohibir la venta de tierras.  Se trata de un proyecto que crea un nuevo derecho real a pesar que el mismo, como figura jurídica, ya existe desde el año 2001. La creación del derecho real de superficie forestal y frutícola es una manera eficaz de promover inversiones sin vender tierras y mucho menos sin la necesidad de prohibir la venta de tierras.

Con el derecho real de superficie, tanto forestal como frutícola, cualquier extranjero puede realizar inversiones en estas actividades sin necesidad de comprar tierras, y tendrá la seguridad jurídica sobre la propiedad de las plantaciones. De esta manera, los inversores tienen menos costos de inversión y están invitados a trabajar para y por la Argentina.

A fines del mayo de 2002 y en este misma sección, escribía “desde Jujuy o Misiones como extremos del norte del país hasta los valles patagónicos de Santa Cruz y Tierra del Fuego, existe suficiente historia, experiencia, infraestructura y tecnología, para un mayor desarrollo de la fruticultura (y forestación). Los cítricos, peras y manzanas, uvas y frutas finas, son producciones aptas y con mercados de exportación. Se pueden incorporar miles de hectáreas de tierras al proceso productivo; se puede realizar la reconversión de otros miles de hectáreas de cultivos existentes, todo esto sin necesidad de crear obras de infraestructura nuevas que cuestan miles de millones, ni de realizar Reformas Agrarias o iniciar otra campaña de Desierto”