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Opinión

El que recibe subsidios no debe votar

Jesús Leguiza

Propuesta seria y al hueso para Patricia Bullrich.

El que recibe subsidios del Estado no debe votar. Así como fue exitosa la votación en diputados para que se implemente la boleta única, ahora se debe ir por un paso más importante, más serio y que solucione un problema estructural mucho más profundo.

No se puede negar la necesidad de apoyar a tanta gente que los distintos gobiernos dejaron sin trabajo y/o sin ingresos dignos para vivir; siempre y cuando esa gente quiera trabajar. Para que los gobiernos populistas, que lo fueron todos desde hace más de 100 años, dejen de comprar voluntades, se debe exceptuar de votar a todos los ciudadanos que reciben los subsidios directos o indirectos, duplicados o multiplicados que otorga el Estado. Un único subsidio por DNI y por residente permanente.

Ahora, con las enormes bases de datos que tiene el mismo Estado se puede cruzar información de los beneficiarios de planes y subsidios de todo tipo y de todo Ministerio; y, excluirlos de los padrones electorales. De esta manera, sin dejar de ayudar al habitante que realmente necesita, se soluciona el verdadero problema de gobernar para no seguir creando pobres/clientes y arruinando el país. Con una excepción, los que coartan la libertad constitucional de transitar a otros ciudadadanos deben ser sancionados y eximidos de la obligación de votar; no debe permitíseles votar, eliminándolos de los patrones electorales.

Los gobiernos, en todos los niveles, deben dedicar sus presupuestos para las cuestiones básicas de todos los ciudadanos: educación no militante, justicia no dependiente del PE, salud pública para el que no puede tener obra social privada, jubilaciones para los que aportaron 30 años.

Argentina necesita infraestructura de puertos, rutas, caminos rurales, ferrocarriles, autopistas, hospitales, escuelas, incluso viviendas sociales. El sector o capital privado también puede invertir o administrar concesiones.

Todo ciudadano que recibe subsidios no debe votar. Solo así se elimina de cuajo la mala política de repartir dinero que aportan los ciudadanos con sus impuestos o de emisiones espúreas de moneda. Una condición necesaria y suficiente para no tener gobiernos corruptos.

Principio del fin

Se cumplirá el vaticinio anunciado por Guillermo Moreno, ex Secretario de Comercio Interior de Nestor Kirchner, sobre el futuro del gobierno ?

Será por indicios evidentes o por simple intuición del también exitoso controlador de precios?

«Si Alberto Fernardez cumple con el FMI termina como de la Rua.

Si Alberto Fernández no cumple con el FMI termina como Alfonsín».

Un trozo más de vida!

…Si Dios me obsequiara un trozo más de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido

He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudar a levantarse.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.
Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos.

Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.

Gabriel García Márquez

Continúa la QUIMERA!

La ilusión del compre nacional.

El primer régimen de compre nacional fue establecido por el Decreto-Ley 5.340 de 1963, durante la presidencia provisional de José María Guido, tras el golpe de Estado que derrocó a Arturo Frondizi. Aunque mucho menos detallado que los mecanismos que lo sucederían, ya se establecía la obligación en las compras públicas de “adquirir exclusivamente materiales, mercaderías y productos de origen nacional siempre que el precio sea razonable” (art. 1).

Siete años más tarde, durante la dictadura encabezada por el general Marcelo Levingston, se dictó un segundo instrumento que mejoraba y completaba al anterior, la Ley 18.875. Redactada por el entonces ministro de Economía, Aldo Ferrer. Esta norma era una herramienta cuyo objetivo era alcanzar un nivel de desarrollo industrial, empleando las compras públicas, aunque nunca se aplicó totalmente.

En 2001, se dictó la Ley 25.551, que levantó la suspensión en la aplicación del Decreto-Ley 5.340/1963 y la Ley 18.875, ordenada por la Ley 23.697 de Emergencia Económica de 1989, e introdujo preferencia en las compras públicas a favor de los bienes de origen nacional, de un 7% si se trataba de pymes y del 5% si era otro tipo de empresas.

Ahora se insiste con un «nuevo proyecto» nac&pop:

https://www.clarin.com/politica/compre-argentino-oficialismo-acepto-excluir-pami-ley-beneficiar-industria-local_0_c9cKSsrNVu.html

El resultado fue y será siempre el mismo: que el ciudadano argentino compre MÁS CARO para que se beneficie la casta de «industriales nacionales» con el cuento de ayudar a las pymes que son las que «emplean» más mano de obra, cuando en realidad no es así.

Emmanuel Macron

Más claro que el agua clara !!

«Hoy hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas. De esos que el pensamiento único es del que todo lo sabe, y que condena la política mientras la practica.

Desde hoy no permitiremos mercantilizar un mundo en el que no quede lugar para la cultura: Desde 1968 no se podía hablar de moral. Nos impusieron el relativismo: la idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes. Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente. Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían terminado, que no había nada sagrado, nada admirable. El slogan era VIVIR SIN OBLIGACIONES Y GOZAR SIN TRABAS… (el sumag kawsai francés?). Quisieron terminar con la escuela de excelencia y del civismo. Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor.

Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder. La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Hay que rehabilitar la cultura del trabajo. Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: se ha abierto una fosa entre la policía y la juventud: los vándalos son buenos y la policía es mala.

Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente inocente. Defienden los servicios públicos pero jamás usan transporte colectivo. Aman mucho a la escuela pública pero mandan a sus hijos a colegios privados. Adoran la periferia pero jamás viven en ella. Firman peticiones cuando se expulsa a algún invasor, pero no aceptan que se instalen en su casa. Son esos que han renunciado al mérito y al esfuerzo y que atizan el odio a la familia, a la sociedad y a la república. Y con el mayor descaro lucran con los bienes del Estado, y montan hasta negocios con el dinero mal habido a la vista de todos de la manera más cínica.

Hoy debemos volver a los antiguos valores del respeto, de la educación, de la cultura y de las obligaciones antes que los derechos. Estos se ganan haciendo valer y respetar los anteriores»