Regalías: no confundir con evasión

Ámbito Financiero – 02/03/2005

Jesús Leguiza-Fundación FEDERAR

Hace falta una visión estratégica de largo plazo y reconocer el pago de regalías.

Generalizar con la baja rentabilidad sectorial es abrir el paraguas cuando todavía hay sol. La rentabilidad es baja si se la compara con los extraordinarios precios internacional es de mediados de los noventa y los precios de las tresúltimas campañas. Los precios son cíclicos y ahoraestán volviendo a sus valores históricos. Los productores y el mismo Estado tienen que hacer de nuevo los cálculos; los primeros para no perder y el otro para bajar o eliminar las retenciones; ni siquieraeso, solo tiene sustituir por un adelanto a cuenta del impuesto a las ganancias que pagan los productores.

Ahora, la rentabilidad no esbuena, entre otras cuestiones, porque el Estado no hizo los deberes y pretende seguir quedándose con una parte del negocio. Igual se puede quedar, pero de otra forma.  Uno se pregunta: ¿Lo recaudado por las retenciones, van a un fondo de afectación específica ?.  ¿Se destina realmente la recaudación para los planesalimenticios y los planes  nutricionales, como en su momento se argumentó y/o se justificó?.

“El problema no es que mientas, el problema es que te crea”.

La realidad, y desde hace más de 50 años, esque la Argentina no ha logrado establecer una política fiscal seria para el agro, solo fueron políticas confiscatorias. Además, el Estado puede recaudar dado existe la tecnología de control desde hace más de 20 años (sistemas de información geográfica e imágenessatelitales). La Administración Central abusa de su autoridad para implantar retencionesy los organismos de recaudación siempre están a favor de la implantación y/o de la no eliminación: claro, así es fácil de recaudar.  Noes posible que por la ineptitud para recaudar se pregone cualquier argumento a favor de la persistencia del mayor impuesto distorsivo que tiene la Argentina: argumentos tales como que el agro no paga impuestos, quees alta la evasión, quees necesario mantener los precios internos de los productos básicos para no encarecer la canasta familiar. ¿Cuánta soja o cuánto maíz se consume en la Argentina?. Hasta se escribió que las retenciones generaban equidad.

Las políticas activas son políticas de intervención del Estado, por ejemplo, en la formación de los precios; tratan de alguna manera evitar distorsioneso abusos monopólicos. Las retenciones, que afectan a los ingresos de los productores, constituyen una política activa negativa, vaya paradoja.

El agro creció y seguirá creciendo a pesar del Estado. El gran crecimiento iniciado hace casi 15 años y que se ha acentuado en los últimos 10 años, se debió a tres factores técnicos y a tres factores económicos o más: la fertilización, la siembra directa y las semillas transgénicas.  Los factores económicos que han desaparecido, por “políticas activas”, fueron: la libre liquidación de divisas, la declaración jurada de compromisos de ventas al exterior y, por supuesto, la eliminación de las retenciones. Estos factores económicos se eliminaron después de la devaluación y la pesificación asimétrica y los factorestécnicos son los únicos que ahora sostienen al sector, pero no será por mucho tiempo.

¿Regalías sobre la producción?

Ahora se trata de trabajar sobre los costos, aunque la disminución de éstos será casi imposible; tardíamente afloran los efectos de la devaluación: presionesde tarifas, salarialesy, hasta presiones por regalías, en caso de la soja RR.  Entonces es necesario trabajar para evitar que crezcan los costos y/o evitar nuevas fugas de ingresos de los productoreso exportadores; las regalías sobre la producción que son una nueva retención.

En cualquier sana administración de negocios privados, las regalías se tratan como amortizaciones contables, conforman un fondo de recuperación de lo invertido en I&D y forman parte de los costos; esto quiere decir que las empresas semilleras deber cargar sus regalías en el precio de venta de la semilla. Se usan unos 100 kgs de semilla por hectárea para obtener unos 3.000 kgs de producto, caso de la soja ¿es serio yes justo pretender cobrar una regalía sobre el producto obtenido?. En todo caso, se tratarán de valores proporcionales.

Es necesario no confundir avances de la biotecnología con Monsanto y/o sus licenciatarios, como tampoco se puede confundir regalías con lucha contra la evasión. La famosa bolsa blancaes venta en negro. El productor, no importa el tamaño, tiene derecho a guardar el grano para usar como semilla en la campaña siguiente; el producto obtenidoesde su propiedad. Es un derecho constitucional y, además,está previsto en la Ley de Semillas 20.247.

Por otro lado, lo que no está bien es vender semillas transgénicas sin pagar las regalías, debería ser un delito penal.  El Estado tiene el marco legal y el organismo de contralor: La Ley de Semillas y el Instituto Nacional de Semillas, el INASE. Cabría fortalecer a este organismo para el cumplimiento de la Ley.

La visión estratégica de largo plazo esreconocer el valor y la importancia de la agroindustria argentina. El complejo sojero, es la industria más eficiente del país  y esuna de las más competitivas en al mundo. No necesitó la devaluación de la UIA para crecer.  Las empresas procesadoras, dentro de poco tiempo, estarán arañando las 150.000 toneladas diarias de molienda, valores cercanos al crushing diario de EEUU y de Brasil.  Es posible que en un futuro cercano se necesite importar soja de Paraguay y de Bolivia para dar aquí valor agregado, que esuna renta genuina. Para que ello sea posible, el Estado debe atender los problemas de dragado y balizamiento del Paraná al norte de Santa Fe. Son obras públicas útiles y fundamentales que se deben realizar, fortalecer y ampliar para que el agro no entre en crisis estructural.

Es posible que en un futuro cercano se necesite importar soja de Paraguay y de Bolivia para dar valor aquí agregado, que es una renta genuina. Para que ello sea posible el Estado debe atender los problemas de dragado y balozamiento de río Paraná al norte de Santa Fe. Son obras públicas útiles y fundamentales que se deben realizar para fortalecer y ampliar para el agro siga creciendo.

Se largó la carrera de la inflación y los impuestos intentan abrirse paso

Ambito Financiero, 17 de enero de 2006.-

Jesús Leguiza – Federar

 La inflación golpea los costos de la producción agropecuaria, comienzan quejas por aumentos de impuestos y distorsiones en los egresos. El sector presiona para que se eliminen las retenciones

 En un proceso inflacionario como el desencadenado ahora, pero latente desde principios del 2002 por la mega y descontrolada devaluación,  es evidente que los costos y precios de la macroeconomía (salarios, rentas, intereses, ganancias, tarifas, impuestos y, su contracara, los precios de los bienes y servicios), tarde o temprano, tiendan a ajustarse al tipo de cambio vigente. Este, a su vez,  está oficialmente sostenido a 3 pesos por dólar y todo indica que seguirá así. A partir de ahora, cuando se haga referencia a valores monetarios, nuevamente empezaremos hablar en términos nominales y en términos reales. Recordemos que la convertibilidad fue una herramienta dura (como un hacha) para controlar la hiperinflación, pero también debía recibir un hachazo el exceso de gasto público y el déficit fiscal recurrente (regla de oro). Asimismo y, como resultado del 1 a 1, a solo tres años de su existencia los salarios en dólares pasaron ser muy altos y la industria nacional empezó a despedir gente y/o a no tomar una mayor oferta laboral. No obstante, la convertibilidad fue la elegida como la bruja en la cacería impulsada, primero alguna gente de la Alianza, y luego por los devaluadores-pesificadores y autores partícipes primarios del problema actual de la inflación, en dónde la provincia de Buenos Aires ha tenido mucho que ver. Para cerrar el tema de la convertibilidad, vale recordar el dicho popular: -Porque un vaso de agua no sirve para eliminar un gran incendio, no se puede inferir que el agua no apaga el fuego-. Cuidado que ahora estamos en una nueva convertibilidad, no por ley, sino por intervención directa del BCRA y la política explícita del Ministerio del Economía.

 La economía se ha recuperado no hay duda.  El Producto Bruto, que es la suma de todos los bienes y servicios producidos y vendidos o estoqueados a precios de mercado en el año, ha crecido. Aumentó la demanda agregada por las “inversiones” en construcción, porque la gente optó por los ladrillos y no por los depósitos a plazo fijo. Las primeras empresas que empezaron ganar, en realidad, han sido las exportadoras que tuvieron sus costos pesificados y sus ingresos dolarizados, ergo buenas ganancias;  luego las empresas de la construcción, como también la industria “nacional” promovida/protegida. El Ingreso Bruto, que es la contraparte del Producto Bruto, se concentró en las ganancias de esas empresas y es ahí de donde se explica la recuperación económica. Solo hubieron unos pocos y dosificados aumentos salariales otorgados por decreto, pero no son la causa principal de la inflación. Es claro que existe una franca distribución regresiva del ingreso.

Ahora que reapareció la inflación, mal crónico de hace más de 50 años, vale la siguiente pregunta: ¿la economía se ha recuperado o ha crecido en términos reales?; y, ¿la recaudación fiscal ha crecido también en términos reales ?.

 Impuesto inmobiliario rural

 En este marco es razonable y demostrable que algunos impuestos hayan quedado rezagados; por ejemplo, los relacionados con las valuaciones de los inmuebles –tasaciones fiscales-, base del impuesto inmobiliario rural, que corresponde cobrar a las provincias y municipios; estos impuestos quedaron pesificados y, por ende, puede ser necesario aumentar en términos nominales. La gente del campo tiene razón en enojarse con el gobernador de Buenos Aires, el impuesto inmobiliario se puede ajustar debido a la inflación; además, los buenos campos se revalorizaron también, algunos en demasía. Asimismo, como contraparte, también corresponde ajustar los mínimos no imponibles del impuesto a las ganancias.

 Sin embargo, los propietarios de tierras se tienen que enojar aún más, porque al gobernador le falta capacidad y firmeza, como también a los otros gobernadores pampeanos, para gestionar, presionar y eliminar las retenciones a las exportaciones. Los productores de las provincias, especialmente de esas provincias, son los que más pagan por las retenciones, porque sus producciones principales son las que más tributan  y porque sus gobiernos no reciben un peso en concepto de coparticipación por las retenciones.  Es más sano subir el valor fiscal de los inmuebles rurales o, si se quiere, la alícuota del mismo impuesto; como también es más sano eliminar las retenciones. Uno se pregunta: ¿no pueden hacer nada en materia de política agropecuaria y fiscal de sus respectivas provincias?.  Salvo, la jocosa idea de perseguir a inquietas y escurridizas parejitas enamoradas en los hoteles alojamiento del gran conurbano bonaerense y, ahora en el verano, a los turistas con autos que quieren respirar un poco de aire fresco y olvidarse del sometimiento del FMI.

 Reintegros a las exportaciones

 Se cancelará la deuda con “el demonio y causante de todos nuestros males”, aunque si se revisan algunos titulares de principios de los ’90, el FMI estuvo en contra de la convertibilidad. La cancelación se hará, como siempre y como corresponde, con dinero de otros: de los productores, de los más necesitados, de los ahorristas que se quedaron con poco o nada.  Es bueno cancelar deudas y desvincularse del FMI, además con un gran impacto creando un nuevo mito urbano, pero ¿es necesario, es más económico, el país, en su conjunto, gana?. Lo  necesario es eliminar las retenciones, sobre todo, si se desea aumentar el impuesto inmobiliario como también es necesario restituir los reintegros a las exportaciones que son nada más ni nada menos, que la devolución de los impuestos indirectos que cobra el estado en sus distintos niveles. Esto provoca, junto a las retenciones, una disminución del tipo de cambio real que ya no es tan real como hace 3 años. Este reintegro nunca tuvo que ser eliminado, está en contra de las más elementales normas del comercio internacional, no se deben/pueden exportar impuestos. Ha trascendido que, al que se porta bien, el Ministerio de Economía de la Nación devuelve lo quitado arbitrariamente. Caramelo que recibió el sector avícola contra la promesa de bajar los precios. Dividir para reinar, vieja y conocida estrategia, pero no hubo rebelión en la granja. Al contrario, los pollos y las gallinas, interpretan como un gran logro sectorial. Muy mal señores dirigentes de los avicultores por dejarse apretar y ceder individualmente, no tienen sentido de grupo ni de gremio para defender los intereses de campo. ¿Quién los defenderá cuando el mismo benefactor, ante la imposibilidad de contener la inflación, presionará nuevamente para “bajar” los precios, pero esta vez con importaciones?.

ENTREVISTA: Daniel Caram – «Poca base económica»

Entrevista: Corrientes Noticias. 07/05/05. www.corrientesnoticias.com.ar

Entrevista a Jesús Leguiza. Economista y Director de la Fundación FEDERAR.  Fue Subsecretario de Agricultura de la Nación, en la década de los 90. -“Un gobernante y un político deben generar base económica, no solo rosca política”- dijo.

 Leguiza, ¿usted fue durante bastante tiempo un hombre de Felipe Solá, es ahora felipista?

Cualquiera que se precie libre y con criterio propio no es hombre de alguien. Nadie debería pertenecer a alguien. Esa cuestión de apropiarse personas es cosa de inseguros, no de buenos políticos, es un menosprecio hacia la gente y también, para aquel que lo acepta,  es un menosprecio para si mismo; no obstante, hay personas a quienes les gusta ser de alguien. No lo digo por su pregunta, que ha sido bien intencionada, pero es bueno tener claro quién es uno, para luego saber adónde ir. Yendo al grano, efectivamente he trabajado codo a codo con Felipe Solá en toda la década del 90. No lo conocía de antes y terminamos siendo muy amigos y de mucha confianza. Ya no trabajo con él, ahora está en la provincia de Buenos Aires y esa provincia es para los bonaerenses y yo soy correntino.

¿Ahora que la década del 90 está tan endemoniada, que realmente pasó en la agricultura?

En esa década cambió la agricultura argentina, una verdadera revolución. Por acción de políticas macroeconómicas del Estado y principalmente por acción de los productores agropecuarios argentinos, la producción aumentó en un 50 % y constituyó la base para que se llegue a 100 millones de toneladas dentro de pocos años. Hoy se sigue cosechando lo que se sembró en esa época. La base del crecimiento agrícola, sobre todo pampeano, ha sido la conjunción de políticas económicas (libre liquidación de divisas, estabilidad de contratos de exportación por las declaraciones juradas, aranceles bajos, y, por sobre todo, la inexistencia de las retenciones). Por otra parte, ha sido tremenda la incorporación de tecnología (fertilizantes, agroquímicos, semillas transgénicas, siembra directa, agricultura de precisión).

Esto constituyó un cóctel expansivo; de 44 millones de toneladas de fines de la campaña 88/89 se pasó de 65 millones de toneladas a fines de la campaña 98/99. La cosecha que se espera para este año es de más 80 millones de toneladas. En esa década también se atendió a la problemática del pequeño productor cómo nunca y sin duda se hicieron cosas mal, por ejemplo la eliminación de las Juntas de Granos y de Carnes.  Sí, década endemoniada, aunque los que ayer no decían nada, hoy son unos genios del diagnóstico, conducta facilista y razonamiento playito, poco profundo. Es como ganar la carrera de caballos del domingo con el diario del lunes siguiente. En realidad hay que ir a la historia y a los números para conocer y para hacer las cosas bien.

 ¿Usted siempre escribe en contra de la retenciones a las exportaciones, porqué?

 Porque son castigos a los productores, porque constituyen una contradicción típica argentina. Por un lado somos los adalides del libre cambio y, por otro lado, el Gobierno cobra impuestos a los que exportan. Las retenciones son el peor daño que se puede hacer a la agricultura, que es la base del desarrollo del país. Ha sido la base del desarrollo y seguirá siendo, mal que les pese a los apósteles de la economía cerrada, de la industria subsidiada, estilo IAPI, del vivir con lo nuestro que es una tontería. Digamos en otros términos, ¿conoce de Ginóbili?. Un gran jugador, excelente; un producto argentino de exportación con ventajas competitivas.  Se destacó localmente y se lo exportó a Italia; fue campeón olímpico y hoy está en la NBA, la liga más competitiva del mundo. ¿Qué pasaría si aparece un genio de la distribución de bienes de otros? y dice: -Ginóbili tiene mucho, gana mucho, quitémosle un poco de sus habilidades (“impuestos”), tiene olor a capitalismo salvaje, y además el Estado ahora necesita de sus recursos-. Eso es aplicar retenciones al agro, es quitar las capacidades del sector agropecuario, es restar competitividad.  Es otra tontería argentina. En el año ‘76 se llegó a aplicar un 56 % de impuesto a la exportación de soja.  Esta es una historia que nació en los años 60, algundos comentan que antees,  y todavía no aprendimos.

 ¿Porque hay que ir a la historia, si lo que necesitamos es futuro?

En la historia está el origen, está la causa y la explicación de lo que hoy sucede. En el principio está el fin,  está el destino.  La Argentina desde su génesis ha sido un país agropecuario y hoy su futuro es agroindustrial. La provincia de Corrientes, desde Pedro Ferré, ha tenido una importancia relevante en las luchas internas y  la organización nacional. Ya antes ha tenido importancia en la producción agrícola con los jesuitas y luego en la producción ganadera. Fue perdiendo importancia, por múltiples razones, algunas por causas externas y otras, la mayoría, por causas internas. Los políticos, en general, viven mirándose el ombligo, en lo que hace el contrario o el competidor. Mirando cerquita. La realidad de hoy obliga a pensar globalmente, planificar regionalmente y actuar localmente. Para nada sirve el proceso contrario, pensar localmente, planificar localmente (que tampoco se hace) y actuar localmente (que se hace menos), esa es la causa principal del atraso. Es necesario ser duro con los problemas, no con los actores involucrados.

¿Cuál es el problema económico de la provincia de Corrientes?

El problema es político, es crónico, con algunos intervalos. Viene del fondo de la historia. Se quedó con muy poca base económica, no es una jurisdicción sustentable como se dice ahora. Sin embargo, no existen razones fundamentales para que ello sea así o se mantenga así.  Esto no es un desierto. La provincia tiene bajo aprovechamiento agrícola, menos del 4 % de la tierra se dedica a la agricultura, a la fruticultura y la forestación. Por otro lado, es  poca la carga de animales por hectárea y también, es poca extracción ganadera.  Un promedio de 40 kgs de carne por ha/año, es un tercio de lo que podría ser, aún considerando que en la zona prevalece la cría.  Asimismo, existe poco valor agregado a la producción primaria, excepto en casos puntuales, como la yerba mate y algunas industrias nuevas de la madera. Y paradojas, como la industria del algodón,  mucha capacidad de proceso (Tipoití, entre otras) y poca producción primaria.

La provincia tiene más de 8 millones de hectáreas, la cuarta parte o más es agua. ¿Qué se hizo o se hace para recuperar tierras?;  Tierra es lo que falta en el mundo, no solo en Argentina. Lo que aquí sobra es agua, que también falta en el mundo. Los dos recursos más escasos del mundo, Corrientes los tiene. Políticas de recuperación de tierras y políticas de administración del agua.  Eso es para empezar a conversar, pensando estratégicamente y a largo plazo.

La tierra arable promedio en el mundo es de 1/4 ha por persona, en Corrientes hoy esa tierra es 5 hectáreas por habitante y con las políticas mencionadas deberían ser 6 a 7 hectáreas.  Aquí sobra tierra y agua, ambos recursos están poco aprovechados. Falta acción y trabajo. Es poco probable sostener industria sin base agropecuaria y forestal. Además de la capacitación y educación funcional a esa estrategia. Esto parece sencillo, es sustantivo y no se vé a corto plazo.

Mire, sembrando 5.000 hectáreas de soja, si quiere en tierra pública o arrendada, el mismo estado provincial puede eliminar el hambre y  la desnutrición. No debería haber ningún correntino con hambre o desnutrido. Es necesario complementar con acciones contra la parasitósis infantil. Esto lo hablo con absoluta convicción y autoridad, porque desde la Fundación FEDERAR, de la cual son miembro fundador, llevamos adelante la Iniciativa Desnutrición Cero en varios municipios de varias provincias. (www.desnutricioncero.com.ar).

A mediados de los 70 se producía  mucha soja en el noreste de Corrientes. Porqué no facilitar de nuevo esa actividad, que es el futuro. Se necesita más arroz, más soja, más maíz, más carne. Más industria y más tecnología. Con la hidrovía, que pasa por aquí enfrente, (la Costanera) transitan cientos y miles de chatas cerealeras provenientes del Paraguay y Brasil.  Es más económico y eficiente para Brasil sacar su producción del sur oeste (Matto Grosso y Matto Grosso do Sul.)  por el rió Paraguay-Paraná y procesar/industrializar antes del Río de la Plata. ¿Qué hacemos entonces, si de nuevo tenemos oportunidad de ser un puerto como en la época fundacional.? Con un millón de hs agrícolas se cambia la provincia y para ello es necesario, imprescindible diría, al puente Reconquista-Goya y otro alternativa en esa zona. Necesitamos 1000 gringos santafecinos que vengan a cultivar la tierra con maíz. soja, sorgo, etc. Verá como todo cambia.

Para salir adelante, es necesario pensar y planificar para 20 a 30 años. No pensar solo en ser reelecto. Hay que actuar como si fuese el último día de existencia de un gobierno que quiere dejar hecho algo trascendente. Aprovechar los recursos naturales y las capacidades competitivas de la región y de la gente.

 ¿Porqué no se dedica a la política en su provincia?

 Miré, si bien hace más 25 años que vivo afuera, cada vez que vengo, y lo hago con frecuencia, escucho en la radio hablar a los políticos, funcionarios, dirigentes y al público en general. Se pasan el día hablando y opinando. Lo cual está bien, muy bien, participar es sano y es una obligación; pero también hay que hacer. Yo no conozco nada distinto, nada que haya trascendido los límites de los cuatro ríos, nada nuevo. Es tiempo de hacer. La forma de hacer es crear base económica en toda la provincia. Por supuesto que estoy dispuesto a colaborar, pero en serio. Con un plan, con programas, proyectos y acciones con consenso generacional.  Desde el peronismo y desde el partido justicialista, claro está.  Creo que sigue siendo válida la estrategia de acuerdos generacionales y de tácticas con frentes electorales.

Daniel Caram – Corrientes

La cuota Hilton, propuesta de licitación

Ámbito Financiero, 17/10/04

Escribe Jesús Leguiza, Ex Subsecretario de Economía Agraria

La cuota Hilton es un cupo de importación que la Unión Europea otorgó a Argentina y a otros pocos paísespara que ingresen carnesde alto valor prácticamente sin pagar arancelesde importación (prelievos).  Esta cuota constituye, al menos en nuestro país y por ahora, la nata del negocio de las carnes. El valor de una tonelada de carne Hilton ha oscilado entre los 4.000 y los 10.000 dólares, aunque hubieron situacionesen que dichos valoresexcedieronesos límites; valoresque significan varias vecessuperior al precio de la carne en el mercado interno.

Cada año, y desde hace tiempo, se suscitan tensionesy protestas por la asignación de la cuota, prerrogativa de la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA). Cuando surgen discrepancias es por algo, sin duda. Se llegó al extremo que la Justicia, mediante amparos, otorgue casi el 40 % de la cuota Hilton. Algo que es atribución del Poder Ejecutivo, a través de la mencionada Secretaria.

Es importante que de la sociedad conozca y que los mismos actoresreconozcan:

a) Que la cuota ha sido dada de Estado a Estado; de la Unión Europea al Estado Argentino. Noesde los juecesni de los frigoríficos, independientemente del tamaño y/o localización; y,

b) Queesnecesario tomar la decisión,  por parte del  Ministerio de Economía  y/o la Secretaria de Agricultura, para diferenciar dos conceptos o cuestiones. Una cosaesla localización de la actividad, la industria, y otra cosaesla asignación de la cuota a nivel de firma.

El primero tiene que ver con las reglas, los vectoreso los criterios de localización económica de la actividad (los frigoríficos). Hoy, al menos, noeslo mismo la localización de un frigorífico en Tierra del Fuego o en Jujuy o la localización cerca de los puertos de exportación y obviamente la producción de animales para faena. Alfred Weberescribió, en 1922,, un libro sobre la teoría de la localizaciónespacial, el nacimiento de la economía regional. Para él, y solo a manera de ilustración, existen cuatro factoresfundamentalesde la localización de las actividadeseconómicas (costo de los fletespara la provisión de las materias primas,  costo de los fletesde los productos terminados a los mercados de consumo, costos de la mano de obra y las denominadas economías de aglomeración). Hubieron otros como August Losch y Walter Isard que también contribuyeron eneste sentido. Será necesario entoncesque las autoridadesrealicenestudios económicos serios que justifiquen determinadas localizacioneszonaleso regionales y que sirvan de base para enriquecer sus propios criterios y sus propias decisiones.

Salvado lo anterior, recién se podrá discutir seriamente sobre los criterios de asignación de la cuota Hilton a nivel de firmas o de frigoríficos, como eneste caso. Será necesarioestablecer reglas de juego transparentes, equitativas y con racionalidad económica y social, previo a cualquier decisión.

Existe un proyecto de Ley, entiendo promovido por la diputada Alarcón, que esuna excelente iniciativa porque pone algunos límites, excluye a los frigoríficos en quiebra y trae algo de claridad, pero no essuficiente. Lo que sí essuficiente eslograr transparencia en la asignación de la cuota Hilton, la misma debe ser asignada o distribuida por licitación pública, como cualquier acto de compra o de otorgamiento de un beneficio por parte del Estado. Una licitación pública, además con una contribución para el mismo Estado, por ejemplo 100 dólares por tonelada de base y por mayor contribución (sobre A: propuesta técnica y sobre B: propuesta económica); claroestá, luego de satisfacer previamente condicionalidades en materia sanitaria, impositiva, laboral y, con criterio económico territorial. El Estado tiene en sus manos también el poder y la responsabilidad de defender a sus funcionarios honestos.

Del más polìtico de los técnicos al más técnico de los políticos